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Tiendas venden licor a jóvenes en distintos lugares de Cuenca
Raúl apenas tiene 15 años, pero ya está inmerso en el consumo de alcohol y drogas.
Sus padres sienten impotencia al no poder ayudarlo para que deje este vicio que adquirió en las calles.
Según sus familiares, el joven era una persona tranquila, “pero se juntó con malos compañeros y se dedicó al consumo de la bebida y otras sustancias”.
La ordenanza que entró en vigencia hace 2 meses, según la ciudadanía, no es la solución a todos los problemas que se presentan en los estudiantes que se dedican al consumo de bebidas alcohólicas.
La Policía, la Guardia Ciudadana y la Intendencia deben realizar controles permanentes por los parques y avenidas para evitar el consumo de alcohol y sustancias estupefacientes y aplicar las sanciones establecidas.
Así mismo, los ciudadanos pidieron ejecutar controles en las tiendas, tanto en las parroquias como en la ciudad, ya que, según ellos, vender arroz y azúcar, a veces, solo es un pretexto, ya que en la noche tienen abierta la abacería para vender licor a las personas que llegan a golpear sus puertas.
También se solicitó que sean clausurados los lugares que venden alcohol junto a los establecimientos educativos, pues, según los ciudadanos, los colegiales compran las bebidas para consumirlas con sus amigos en los parques o en las calles.