Con la implementación del taxímetro en Cuenca, el sector turístico, nacional y extranjero, será uno de los beneficiados.

Una de las principales problemáticas que se registra, tras el arribo de visitantes al aeropuerto Mariscal Lamar, es la recarga a los precios de las carreras de taxis hacia los distintos hoteles que están situados en el centro histórico de la ciudad y también en las afueras.

Ismenia Chumbi, recepcionista del hotel Cordero, ubicado en la calle Simón Bolívar  y Presidente Borrero (centro histórico de Cuenca), comentó que desde hace años ha sido testigo de los altos precios que ciertos taxistas cobran a los visitantes.

“La tarifa normal del aeropuerto acá (al hotel) es de unos $ 2,50, pero de lo que sé, les han cobrado entre $ 4 y $ 5”, declaró.

Estos casos son comunes para ella, ya que de cada 10 turistas, 7 sufren este problema. Incluso, acotó, no son solamente extranjeros, sino también nacionales, pues desconocen las vías y los sitios de la ciudad.

Algo similar acontece con los huéspedes del Hotel Oro Verde, según Santiago Ortega, botones de esta empresa hotelera.

Comentó que ha escuchado casos en los que les cobran hasta $ 3 más por trasladarlos desde el aeropuerto  hasta la ubicación del hotel que está en el sector de la av. Ordóñez Lasso. “Estos casos se ven en 5 de cada 10 personas”.

Juan Pablo Vanegas, presidente de la Asociación de Hoteleros del Azuay, dijo que la implementación del taxímetro ayudará a que estos inconvenientes desaparezcan.

“Al centro de la ciudad —se ha escuchado— hay cobros hasta de $ 6 porque dicen que hay demasiado tráfico, pero las cosas no son así”, y agreegó que para palear la recarga en las tarifas, los afiliados a la asociación optaron por realizar convenios con distintas empresas de taxis. Por su parte, Mesías Vicuña, secretario general del Sindicato de Choferes del Azuay, manifestó que los dirigentes de las cooperativas de taxistas han llamado la atención a  sus integrantes para que los precios sean justos.

Analizó que estos problemas se dan porque “no hay una autoridades que se preocupe de nosotros y establezcan una tarifa real. Tampoco los taxistas pueden ir a perder sabiendo que durante 14 años no les han subido la tarifa”.