Un estudio realizado en cuatro escuelas de Cuenca reveló que un 8,7% de niños tiene sobrepeso y el 5,3% es obeso, por la mala alimentación y la  inadecuada manipulación de los alimentos.

El Consejo Cantonal de Salud y el Instituto Tecnológico Sudamericano  presentaron la socialización del proyecto denominado “Implementación de un sistema de veeduría para la correcta preparación y contenido nutricional de alimentos en bares de las escuelas de la parroquia San Blas”.

A pesar de que los ministerios de Educación y Salud han trabajado conjuntamente para promover una alimentación sana y nutritiva en los niños, esto no ha sido suficiente de acuerdo a los estudios presentados. La muestra se realizó en 1.866 niños de 5 hasta 12 años, de los cuales 162 tienen sobrepeso y  98, obesidad.

“Hemos sumado esfuerzos entre varias instituciones para realizar esta investigación, la misma que abarcó las escuelas Luis Cordero, Teresa Valse, Manuela Cañizares y Carlos Cueva, de las cuales logramos saber cómo están los hábitos alimenticios de sus niños, cuál es su estado nutricional y cómo se manipulan  los alimentos en los bares. Muchos chicos han presentado a más de problemas en su peso, también complicaciones gastrointestinales”, informó María José Vásquez, técnica en proyectos de salud del Cabildo cuencano.

La ejecución del proyecto tardó 3 meses y el levantamiento de información tres semanas; el  trabajo fue realizado por estudiantes de gastronomía del instituto que fueron capacitados y orientados en el tema.

Para Marcia Pulla, coordinadora de la Comisión de Vinculación con la Comunidad del Instituto Sudamericano, los niños, la mayoría, desayunan de manera adecuada, ya que las madres de familia mantienen una cultura gastronómica saludable, pero en los bares de las escuelas prolifera la comida con exceso de grasa.

“Lamentablemente productos como las salchipapas, los secos y alimentos preelaborados, son los que más consumen los niños, esto se observa en los estudios de la primera etapa del proyecto. Ahora queremos realizar la continuación del mismo, publicando una cartilla de coladas nutricionales que nos gustaría que fueran expendidas en las escuelas, estas tendrán una gran cantidad de nutrientes y serán preparadas por los estudiantes que siempre   tratan de elaborar alimentos sanos y de   buen sabor”, acotó.

Además de valorar los hábitos alimenticios de los niños, se realizó una veeduría en   los bares de los planteles educativos, sobre la preparación y manipulación de los alimentos, con el objetivo de corregir y mejorar la higiene y la calidad de los mismos. El proyecto se piensa extender a todos los establecimientos educativos de la parroquia San Blas, para luego abarcar  la urbe.

Vásquez explicó que el control en los bares es competencia del Ministerio de Salud Pública y la investigación realizada aportará para  tomar medidas y realizar normativas sobre la calidad y el expendio de los alimentos.
Las instituciones concuerdan que la nutrición en la etapa escolar es de vital importancia, ya que una correcta alimentación podrá permitir al niño desarrollar todos los potenciales sin ningún problema.

Padres de familia consultados sobre el tema señalan que sus hijos desayunan  en las casas, pero en las puertas de los establecimientos existen ventas ambulantes con todo tipo de comidas, lo cual hace que ya no puedan, desde los hogares, controlar esta situación. “Hay personas que venden desde arroz con menestra, pasando por las salchipapas y otros alimentos llenos de grasas lo que afecta a nuestros hijos”, dijo Sandra Benenaula.