Se buscaría acabar con un modelo eclesial inclusivo
El padre Pedro Pierre, de la congregación de Los Carmelitas Descalzos, que trabaja religiosa y socialmente desde hace 36 años en Ecuador, el 26 de septiembre pasado escribió una carta en la que denunció los “atropellos que se están cometiendo en Sucumbíos con la complicidad de monseñor Paolo Mietto”, por lo que se solidarizó con los que construyen la Iglesia de los Pobres: comunitaria, misionera y ministerial.
“Su nombramiento dejaba esperar una reconciliación, pero parece que no llega y más bien los conflictos creados y apoyados desde el exterior parecen aumentar peligrosamente”, destacó.
Repudió el silencio del administrador apostólico frente a amenazas de muerte a dos de ellos el pasado 11 de julio, difamaciones y ofensas injustificadas, y porque el mismo Mietto mantiene distancia con 4 sacerdotes locales y no toma en cuenta planteamientos hechos desde su trayectoria comunitaria.
Señala que la persecución se vuelve a evidencair con la intención de remover de su parroquia al padre Pablo Torres, e imponiendo “sacerdotes colaboradores” desde las diócesis de Guayaquil, Ibarra, Quito y Loja.