Se agotaron turnos para cocer pavos y perniles
Los negocios donde se hornean pavos o piernas de cerdo en esta época tuvieron que extremarse para atender la demanda de clientes en la capital azuaya.
En las calles Mariano Cueva y Juan Jaramillo, incluso, un local colocó un pequeño letrero que decía: ‘Ya no hay cupos para hornear’.
Fernando Arias, dueño del establecimiento, expresó que el año anterior entre pavos, lechones y perniles coció 90. En esta Navidad, la cifra llegó a 110.
Para dejar lista el ave hay que mantenerla en el horno entre 6 y 9 horas, mientras que una pierna de cerdo tarda entre 12 y 14 horas.
Los precios del servicio varían de acuerdo al sitio elegido por el cliente y por el peso de la pieza.
La familia Arias, dedicada a esta actividad hace años, tiene una tarifa establecida. Así, un pavo de 6 kilos cuesta $ 20, pero si es de 25 libras el valor aumenta a $ 30.
Teresa de Ayala, otra persona que ofrece el servicio, cobra $ 15 por un pernil, sin importar el peso. “Aquí las aliñamos (preparación con condimentos) y las entregamos listas para que las disfruten con la familia”, precisó. El trabajo de estas personas, los días 23 y 24 de diciembre, dura cerca de 24 horas. En tanto, el 31 inicia un día antes con toda la preparación que implica. Previamente, en la noche calientan el horno hasta que la temperatura interna sea la óptima para introducir el pavo o cerdo. En la madrugada del 24 vigilan constantemente las piezas para que no se quemen.
“Frecuentemente les damos la vuelta a las piezas para que queden doradas y crocantes”, explicó Arias. El objetivo, manifestó, es que la tarde del 24 los clientes las retiren y las tengan listas para servir.
Karla Jaramillo, ama de casa, aseveró que comprar un pernil resulta más barato que un lechón. La libra de carne está a $ 2,60.
“En Navidad o fin de año disfrutar de la carne de pierna de chancho acompañada de una ensalada y un vino queda perfecto”, acotó la cuencana.