A las 09:00, Jorge Pauta llegó en su auto, junto a su esposa, hasta las inmediaciones del hospital Regional Vicente Corral Moscoso de Cuenca, para cumplir con una cita médica.

Una hora después, de regreso al parqueadero del lugar, intentó encender el carro para trasladarse a su residencia, pero este no respondió.

Al abrir la capota con el fin de verificar un posible daño, se dio cuenta de que la computadora del auto y otros accesorios de la máquina, habían desaparecido.

“Me sorprende que se hayan llevado mis cosas y nadie haya visto. Sé que uno no paga por el estacionamiento, pero alguien debería cuidar para que no se den robos”, mencionó.

En la casa de salud no existe un garaje exclusivo para usuarios. Los espacios están destinados para que los trabajadores acomoden sus autos e ingresen taxis y carros particulares para dejar o recoger personas. Estos últimos no deben permanecer por mucho tiempo allí.

En 10 minutos, unos 30 vehículos acceden a este espacio.

Cuando el encargado de la garita pregunta a los conductores por el motivo de su visita, la mayoría responde que va a dejar o llevar pacientes, cosa que no siempre es verdadera, pues aprovechan para estacionar y tardan más de 20 minutos.

En el ingreso al estacionamiento hay una máquina de tickets para los usuarios, pero no funciona. A pie entran decenas de ciudadanos.

“En la última semana ha habido do robos. No se sabe quiénes ingresan para visitar a los pacientes o vienen a robar”, expresó un empleado de la casa de salud, que por seguridad prefiere mantener la reserva de su nombre.
Uno de los vehículos del que también sustrajeron piezas en los últimos días pertenece a una funcionaria del hospital.

El modus operandi es el mismo. Abren la capota, desconectan la alarma de seguridad y se sustraen el cerebro del auto y otros componentes.

Otro empleado que también pidió la reserva de su identidad manifestó que desde 2011 se han dado unos 20 casos similares. Incluso, afirmó, en una ocasión los antisociales se llevaron el automotor de un médico, sin dejar rastros.

Se buscan soluciones

Óscar Chango, recién posesionado gerente de la casa de salud, reconoció que estos hechos ocurrieron en los últimos días.

Afirmó que los robos ocurren regularmente en los alrededores de la morgue. Para cumplir con los parámetros de seguridad y garantizar las comodidades a los funcionarios y visitantes, manifestó que se está diseñando un plan de intervención.

Anunció la implementación de un sistema de seguridad que incluye cámaras de vigilancia y un sistema de tarjeta magnética para controlar el ingreso de autos.