La vía a San Pedro de Yumate que lleva al proyecto minero Río Blanco, en la provincia de Azuay, está bloqueada. Nadie, a excepción de quienes están a favor de la salida de la minera pueden pasar.

En este sitio hay dos plumas (controles) y piedras para impedir la circulación vehicular o, como dice Rodrigo Vázquez, habitante del lugar, “para prevenir ataques de los militares y policías”.

En la noche del martes último hubo un enfrentamiento entre uniformados y habitantes de la zona.  

Según testigos, en el sitio se registró el lanzamiento de gases lacrimógenos, incluso intervino un blindado. “Nosotros lo único que defendemos es nuestra agua. El río Chorro ya se secó por culpa de la minera”, manifestó Vázquez, un hombre alto y fornido que está a la cabeza de los manifestantes.

Para las personas que cuidan este paso, siempre hay pretextos para atacarlos. “Esto es solo por fastidiarnos, molestarnos y provocarnos”, sostuvo.

A un costado de la vía se instaló una cocina comunal para alimentar a las personas que cuidan la carretera y que impiden el paso a los que no están de acuerdo con sus ideas. “Somos 72 comunidades, de ellas solo la Cochapamba no apoya, porque trabaja para la minera”, indicó.

Policía hospitalizado

El general Fernando Correa, comandante de la Zona 6 de la Policía, señaló que actuaron porque dos personas fueron atacadas, al igual que sus vehículos y el ganado que llevaban. “Fueron atacados por personas encapuchadas y fuertemente armadas”.

Agregó que un miembro de la Policía se encuentra en el hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y tiene un impacto de bala en el cráneo.  

“En horas de la noche (martes), al querer rescatar a otros dos compañeros fuimos nuevamente atacados, fueron cuatro encapuchados que viajaban en una camioneta tipo Datsun”.

Acotó Correa que utilizaron sus herramientas, entre ellas, gas.

Santiago Correa, coordinador Zonal del Ministerio del Interior, manifestó que se ha reforzado el sector de Río Blanco, Cochapamba y Molleturo con personal policial, en vista de que nuevamente fueron agredidos por moradores del lugar, por un grupo de personas encapuchadas. “Hubo que organizar un operativo por la Policía para acudir al sector y rescatarlos”.

No entienden

El uniformado agredido, Michael Martínez, indicó que “asomaron 4 personas con ametralladoras. Se dialogó con ellos, intentamos explicarles por qué estábamos ahí, pero no quisieron entender”.

“Una señora intentó quitarme el arma, por lo tanto me hice a un lado y ellos empezaron a rastrillar las subametralladoras”, acotó.

“Me dispararon, no sé si me llegó, porque las personas de ahí mencionaron que era un cachazo nomás”, recordó el gendarme. (I)