La Catedral de la Inmaculada será sometida a varios estudios  para saber  su estado estructural.   
La Universidad de Cuenca pondrá a sus arquitectos e ingenieros a disposición para analizar  los cimientos, las fisuras en las cúpulas y las filtraciones de agua que se presentan en la edificación.

A decir del arzobispo, Luis Cabrera, los cimborrios tienen problemas.
Añade que disponen de $5 mil para la impermeabilización de las mismas y así evitar que el agua se filtre hasta el interior del templo.

Fabián Carrasco, rector del centro de educación superior, dijo que están  comprometidos a realizar los estudios estructurales.

Aseveró que este estudio, -como consultoría-, tendría un costo superior a los ochenta mil dólares, pero al tratarse de un monumento  y de un símbolo de la ciudad, el valor será menor. “Como Universidad estamos poniendo el tiempo de los profesores, laboratorio sin costo y otros”, dijo la autoridad.

Pese a estos ofrecimientos existen algunas labores que se deben realizar en el sitio mismo, como exploraciones o excavaciones que tienen sus valores y es por eso que la empresa Vázquez ofreció entregar $20 mil para los trabajos que sean necesarios.

De igual forma, la empresa Nutri- Leche hará un aporte de $2 mil, que servirá para realizar todos los trabajos y estudios, para de esa manera saber a ciencia cierta qué obras  deben realizarse a futuro para asegurar las estructuras.

Un patrimonio del país

Para el rector de la Universidad, es importante realizar trabajos de prevención en la Catedral, ya que es uno de los más grandes patrimonios que tiene Cuenca y el Ecuador.

“No queremos que dentro de unos años nos digan que hubo un descuido y por ello sucedió un percance”, advirtió.

Según la autoridad académica, los docentes de la  Facultad de Ingeniería Civil y de Arquitectura utilizarán técnicas modernas para realizar una modelización matemática de toda la estructura de la catedral.

El objetivo  no es solo impermeabilizar, sino  saber cómo está la estructura. “Esto nos dejará en claro qué pasa con los cimientos y las cúpulas. Tenemos  serias dudas sobre lo que podría pasar si se produce un sismo en Cuenca, ya que las cargas son horizontales fundamentalmente”, indicó.

Los estudios comenzarán de inmediato y tienen un plazo de cuatro meses.
El concejal Jaime Moreno dijo que en este momento no se sabe qué es lo que está pasando con la iglesia.

“No solo se trata de restaurar una cúpula o una parte, sino todo”, manifestó.
Añadió que desde el Municipio de la capital del Azuay no pueden aventurarse a emitir un juicio de la situación, por cuanto no existe una información técnica.

“Es importante que las empresas y la ciudadanía apoyen estos proyectos para preservar una de las más grandes obras que tiene la ciudad de Cuenca”, sostuvo.