Ayer el bosque petrificado de Puyango, ubicado en el límite entre las provincias de El Oro y Loja, festejó 27 años de haber sido declarado Tesoro del Patrimonio Cultural del Ecuador.

La declaración se dio debido a que varios de sus centenares de troncos y especies fosilizadas son únicos en el mundo, y convierten al complejo en un atractivo para miles de turistas que llegan año a año.

Puyango está inmerso en un área de bosque seco, semidesértico, con vegetación adaptada al caluroso clima de la región. Pero en el interior del bosque la vegetación cambia gracias a que recibe el constante baño de pequeños riachuelos que cruzan por el lugar.

Grandes árboles petrificados reposan en el camino y si se mira con atención aún se pueden apreciar las huellas de las hojas y de pequeños moluscos. En el lugar existe un museo que guarda, aunque con algo de desorden, piezas de animales, frutos, peces, insectos y moluscos fosilizados.

El Bosque Petrificado de Puyango es un área protegida con una extensión de 2.659 hectáreas, que incluye el ecosistema de bosque seco tropical. “Es un libro abierto” para conocer los orígenes de la vida, es también una importante área natural que contiene una alta biodiversidad dentro de un ecosistema frágil, particularmente en el occidente del Ecuador.

Puyango, por otra parte, constituye el hábitat de más de 130 especies únicas de aves.

El bosque petrificado —que se formó hace unos 300 millones de años— es probablemente el bosque de este tipo más importante a nivel mundial, y comparte su hábitat con un bosque vivo.

Su declaratoria como Tesoro perteneciente al Patrimonio Nacional se dio por Decreto Ejecutivo N° 3819, el 9 de enero de 1987.

Durante todo este mes (marzo), el Ministerio de Turismo, en coordinación con el Consorcio Público Bosque Petrificado de Puyango, conformado por los Municipios de Las Lajas (El Oro) y Puyango (Loja), el Ministerio del Ambiente (MAE), Ministerio de Cultura y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), planificaron varias actividades para conmemorar la fecha.

El pasado 21 de marzo, por ejemplo, se realizó una minga de adecentamiento del bosque, con el objetivo de promover en los visitantes actitudes de respeto con el ambiente, para minimizar los impactos negativos de su estancia.

Durante la jornada, 25 estudiantes de la Universidad Metropolitana de Machala y voluntarios del MAE se desplazaron con utensilios de limpieza hasta el bosque petrificado, allí intervinieron en el pintado de casas de la población de Puyango Viejo ubicada en la zona de influencia del bosque. Además limpiaron la vía de acceso al área patrimonial así como los senderos y trabajaron en el adecentamiento de los sectores turísticos.

Se desarrolló también la conferencia Declaratoria del Bosque Petrificado de Puyango como Tesoro Perteneciente al Patrimonio Cultural.

María Augusta León, Coordinadora Zonal 7 del Ministerio de Turismo, explicó que como parte de la declaratoria del patrimonio, se ha querido rescatar al bosque seco con una particular minga donde también incluyeron a ciclistas y personas de buena voluntad.

“Ellos realizaron un recorrido de 7 kilómetros hasta el bosque petrificado con el fin de incentivar el turismo. Todos tenemos que poner de nuestra mano para que este patrimonio esté bien cuidado”, dijo la funcionaria.

La cartera de Estado ha realizado una inversión de $ 408.100,13 en el proyecto de Facilidades Turísticas Integrales Sustentables del Bosque Petrificado de Puyango, que ayer pasó formalmente a la administración del Consorcio Público Bosque Petrificado de Puyango.

Doce mil turistas por año visitan este sector

Gloria Rentería, una de las guías, indicó que el bosque recibe alrededor de 12 mil turistas al año, 70% de ellos son alumnos de colegios y universidades de las carreras de geología y minas, turismo y gestión ambiental.

Ella es muy conocedora de la flora, por ello explica que el sitio está lleno de lo que una vez fue un floreciente bosque araucarias que fueron convertidas en piedra. Los visitantes pueden encontrar troncos de hasta 21 metros de alto y 1,6 metros de diámetro.  Existe una relación entre el diámetro del tronco y la antigüedad; por ejemplo, un árbol de pretino que tiene 21 anillos, tendría, aproximadamente, 210 años.

Rentería dijo que algo curioso se dio ya que la especie de araucarias no es originaria del sitio, sino que los árboles vinieron arrastrados desde Chile por grandes movimientos tectónicos en la era cretácea, cuando se formó la Cordillera de los Andes. Su antigüedad se calcula en más de 100 millones de años. El área cubre 5 mil hectáreas, de las cuales 2.658 han sido declaradas Patrimonio Cultural del Ecuador.

“Aunque no es poco común encontrar bosques petrificados, sí resulta raro que los árboles fosilizados sean de la familia de las araucarias. Por esta razón, es un importante sitio de investigación para los geólogos”, explicó Rentería. Según ella los troncos de árboles fosilizados constituyen la mayor colección de madera petrificada en el mundo.

“Ya se han encontrado monos y algunas ranas. Está en proceso un estudio geológico que busca conocer en qué tiempo se ubicaron estos inmensos árboles”, dijo Ítalo Encalada, técnico en turismo.  

Para ello trabajaron geólogos franceses enfocándose en 3 tipos de investigación: análisis del bosque, monitoreo de anfibios y reptiles y análisis geológico. El segundo se hace para encontrar algunas especies fosilizadas.

“Es impresionante ver cómo existen árboles de piedra, me quedé encantado con el paisaje y los pretinos gigantes”, dijo Julio Ramírez, quien visitó el bosque petrificado hace 20 días.

Jimmy Castillo, presidente de la Junta Parroquial de La Libertad (Las Lajas), indicó que a este sitio llegan turistas de todas partes del mundo, incluyendo personas de Azuay, Loja, El Oro, Pichincha, Guayas y Manabí, “ello lo puede contar ya que algunos visitantes se instalan en el pueblo”, dijo Castillo.