Los familiares de los internos de la cárcel de Machala ya no pueden llevarles comida preparada.Desde el 1 de febrero rige una disposición, por razones de seguridad, que prohíbe el ingreso de alimentos. 

Las autoridades presumen que por esa vía se introduce de manera camuflada armas y estupefacientes.

La medida causó indignación tanto en los reos como en sus allegados, pues los detenidos se quejan de la mala calidad de la comida y de las reducidas porciones.

Madres y esposas se agolparon el viernes en las afueras del Centro de Rehabilitación Social de Machala, para entregarles el desayuno a sus familiares, pero no lo pudieron hacer. A pesar de los pedidos que les hicieron a los guías estos se negaron a permitir el paso de las tarrinas y viandas. “Mi hijo se queja porque en el desayuno le dan agua y un pedazo de pan. Por eso yo le traigo todos los días el desayuno. Esta cárcel no es como la de Guayaquil que allá sí los atienden mejor”, dijo Mercedes Girón, madre de uno de los reos.

Trascendió que la medida fue tomada luego de un incidente ocurrido la semana pasada al interior del penal que dejó como saldo un herido. A más de esta prohibición, ciudadanos aseveran que hay restricciones a las visitas, sin que nadie les explique las causas.

Jesús Moreno López, de 66 años, indicó que viajó desde Quevedo para visitar a su hijo, pero grande fue su sorpresa cuando le dijeron que no podía entrar. Agregó que por su condición de tercera edad, antes ingresaba primero y le llevaba a su familiar comida y ropa. “Ahora ni eso dejan entrar”, sostuvo.

Maritza Vargas, quien viajó desde Arenillas, señaló que “no es posible que madrugue para visitar a su allegado y se encuentre con esta orden”. Algunas personas aseveran que para pasar los guías les hacen prácticamente desvestir.

Ninguna autoridad del recinto carcelario se pronunció sobre estas medidas.