Persiste el desconocimiento en pasajeros sobre uso de centrales
Son las 12:10, hora considerada pico, es decir, de importante movimiento de personas y vehículos en la ciudad de Cuenca. Por la calle Vega Muñoz, en el centro de la ciudad, pasan decenas de vehículos y buses.
Al costado de una de las aceras de la vía, entre las calles Benigno Malo y Padre Aguirre, unos cinco pasajeros, de entre ocho que aguardan en total, esperan una unidad de la troncal 100, que cubre el recorrido Ricaurte-Feria Libre.
Al subir al bus, los ciudadanos no tienen inconvenientes. Monedas y tarjetas son utilizadas para poder disfrutar de este servicio.
Diferente a la tranquilidad de los ocupantes de la unidad, Manuel Cordero, chofer profesional, desde hace 16 años, dijo sentirse presionado con el nuevo sistema que se implementó hace 15 días. Cuenta que para llegar desde Ricaurte hasta la terminal de El Arenal dispone de solo 45 minutos, tiempo que, en algunos momentos, se torna estresante por cuanto el tráfico no le permite cumplirlo a cabalidad.
“El problema es por el tráfico; estos carriles (los diseñados exclusivamente para los buses) son únicamente para nosotros, pero vea -en ese momento se encuentra un taxi y una camioneta delante de su unidad de transporte-, es difícil transitar libremente por estos problemas”, advierte.
Con el nuevo Sistema Integrado de Transporte, que incluye la creación de terminales de transferencia y la implementación de líneas troncales y alimentadoras, el profesional comenta que en la primera semana hubo inconvenientes, pues la gente no estaba informada de este nuevo proceso “pero en la actualidad ya no preguntan mucho. Creo que ya saben el recorrido”, acota.
Ya en la Terminal de Transferencia de El Arenal, a las 12:29, Cordero llega para dejar a los pasajeros e inmediatamente se traslada a la Troncal Norte 100 para regresar hacia Ricaurte.
Fanny Naranjo era una de las pasajeras que había tomado el bus de la Troncal 100. Al bajar de la unidad empezó a reclamar al personal de la Empresa Municipal de Movilidad (EMOV), pues se sentía afectada, según ella.
“Yo diariamente venía desde la ciudadela de los Ingenieros hasta la Isabela Católica, cogía dos buses y llegaba en una hora. Ahora, con ese sistema, salí de mi casa a las 11:00 y ya son las 12:30 y no llego, y he pagado tres pasajes”, asegura la ciudadana.
“Lo que sucede es que hay gente que no sabe que no se debe pagar pasajes por cada bus. Si yo llego desde la Terminal de Transferencia del Terminal Terrestre hasta aquí y tengo que tomar otro bus para ir a Baños, solo pago 25 centavos y no 50 como la gente piensa”, explica coordialmente uno de los empleados de la Empresa de Movilidad de la ciudad de Cuenca.
A unos 10 metros de distancia, en la entrada a la Terminal de Transferencia, María Ramón está preocupada, pues no cuenta con la tarjeta del Sistema Integrado de Transporte (SIT), indispensable para poder tomar el bus que la lleve a la parroquia de Baños.
La ciudadana comenta que regresa a la urbe luego de tres meses y que no estaba enterada de este nuevo sistema, por lo cual no contaba con este dispositivo, peor aún con el dinero para comprar, recargar y poder pasar los torniquetes de entrada.
“Solo tengo 25 centavos en el bolsillo”, comenta. Luego, gracias a la gentileza de una persona que le prestó su tarjeta, pudo recargarla para poder tomar el bus y que le traslade hasta su hogar.
Minutos antes, Ariolfo Ochoa, socio de la compañía Los Trigales, se encontraba en la entrada de la terminal realizando una campaña de información para que la gente utilice las tarjetas por su comodidad. Incluso canjeaba las monedas para utilizar su dispositivo y permitir que los usuarios de los buses puedan ingresar.
“Seis de cada 10 usuarios vienen tan solo con monedas”, puntualizó.
Implementarán una campaña más agresiva de información
Para Xavier Prieto, gerente de la Terminal Terrestre, y quien tiene injerencia con el tema de las Terminales de Transferencia, en los próximos días, en conjunto con personal del Municipio de Cuenca y la Cámara de Transporte, se realizará una campaña más agresiva de comunicación para que la ciudadanía esté más empapada sobre el Sistema Integrado de Transporte.
Considera que ese ha sido el principal problema, pues aún la mayoría de ciudadanos no conoce las comodidades que puede generar el uso de las tarjetas SIP
“La mayoría (de personas) tiene la tarjeta, pero no le está dando uso. Además estamos por integrar a una persona más para que apoye a los usuarios en las terminales y de esta forma los pasajeros no tengan trabas”, acotó.
Agregó que en la actualidad laboran 300 personas proporcionando información, tanto en las terminales como en 16 puntos estratégicos de los recorridos de las troncales de transporte. En días pasados, estudiantes de diferentes establecimientos educativos colaboraron con la Emov ayudando con información a los usuarios sobre las troncales y todo el sistema de transferencia.