Los habitantes están preocupados por las viviendas que se ubican en el casco central
Construcción de galerías ayudará a aliviar el problema en Zaruma
Tras el desplome de uno de los 3 bloques de aulas que tiene la centenaria escuela La Inmaculada Fe y Alegría, de la ciudad de Zaruma, debido a un gran socavón que se formó a finales de octubre de 2016, llegaron técnicos para analizar la situación y evaluar el casco central.
Los expertos de la Secretaría de Gestión de Riegos (SGR) recorrieron la zona, donde ya tienen pensado un proyecto. Manuel Serrano, especializado en túneles, explicó que buscarán estabilizar el área de riesgo, construyendo galerías. Para ello el cabildo zarumeño tendrá que expropiar las casas por las que cruzará el proyecto. “Las galerías de estabilización son muy importantes porque van a sostener todos los sitios”, dijo Marcelo Cango, miembro de la SGR.
“Lo que ahora nos compete y nos urge es estabilizar no solamente lo que está bajo la escuela, sino todo el sector donde existen viviendas. La idea es hacer una intervención más amplia, empezando por reubicar las casas. El colapso de la escuela estaba programado, es lo que teníamos previsto”, explicó.
Mariuxi Cango, directora de la escuela, dijo que el hundimiento se descubrió a finales de octubre del año pasado, cuando una puerta del baño se desprendió y vieron que había un hueco “que no tenía fondo”, por lo que decidieron llamar a los bomberos, quienes dedujeron que se trataba de una galería minera, por ello comunicaron a las autoridades competentes, como al Municipio y a la Agencia de regulación y Control Minero (Arcom), quienes delimitaron la zona.
El pasado 14 de diciembre el problema se agravó debido a que un muro junto a la escuela colapsó. Luego, el 2 de enero del año que empieza, la sala de monitoreo SGR registró el colapso de parte de la estructura del centro educativo, donde se realizaban, días atrás, trabajos de desmontaje de la infraestructura del bloque de aulas.
Al momento se realizan tareas de demolición total de la estructura para no poner en riesgo las viviendas aledañas, adicionalmente se ejecuta el cubrimiento del área colapsada para evitar el ingreso de agua en caso de presentarse lluvias.
Jaime Armijos, representante de los comerciantes que ocupan el Mercado Central, que también está en riesgo, manifestó que no solamente es la escuela la afectada, sino varias casas. “No se sabe hasta dónde llega el socavón, cada vez se va agrandando”, afirmó.
Son al menos 10 cuadras y que corresponden a las calles Gonzalo Pizarro, Colón y Luis A. Crespo. Justamente en estos lugares es donde están las casas en peligro.
El alcalde Jhansy López considera que debajo de estas arterias viales existe una veta para extraer el oro.
Los alumnos de la escuela afectada ya fueron evacuados al colegio Miguel Sánchez Astudillo, donde reciben clases hasta que finalice el año escolar.
Carla Carrión, presidenta del Comité Central de Padres de Familia de la escuela, mostró preocupación por el futuro de los 244 alumnos. Las aulas en las que concluirán el año lectivo son prestadas y no saben dónde funcionará el establecimiento el próximo año.
La directora de la escuela recordó que el pasado 14 de diciembre escuchó la última detonación en el sector, es decir que hasta esa fecha se seguía dinamitando las entrañas de la tierra.
López aseguró que ya está puesta la denuncia en el Ministerio de Minas. Para el burgomaestre las causas del hundimiento son las actividades mineras de grandes empresas, a las cuales ya tienen identificadas, pero se reservan el nombre. “Nosotros conocemos la razón: es la minería ilegal que está bajo el subsuelo de Zaruma”, dijo. (I)