Nueve árboles recibieron la nominación de patrimoniales, luego de que fueran elegidos en la segunda convocatoria “Árboles Patrimoniales de Cuenca” impulsada por el Municipio.

Paúl Granda, alcalde de la ciudad, en compañía de representantes de las universidades, colocó simbólicamente una presea en uno de los troncos ganadores.

El evento se realizó en el parque El Paraíso en  la mañana de ayer. “Esta iniciativa es por el bien de la ciudad. Es una causa común que nos compromete con la naturaleza y crea una responsabilidad en todos para cuidarla. Este proyecto aportará para mejorar la calidad de vida de los cuencanos ”, expresó el burgomaestre.

Para que un árbol accediera a este galardón fue calificado por un jurado multidisciplinario, que estuvo conformado por  representantes de varias instituciones.

Los parámetros de calificación se basaron en los criterios de paisaje, su ubicación, historia y qué rol cumple en el medio ambiente en referencia a las aves, insectos y mamíferos. Estos son evaluados sobre 100 puntos y los que obtuvieron desde 70 forman parte del programa  “Árboles Patrimoniales de Cuenca”.

Para Danilo Minga, catedrático de la Universidad de Cuenca, esta diversidad de árboles no es conocida por la mayoría de la ciudadanía, lo cual hace que esta iniciativa tome más importancia. “A veces el hombre no piensa tanto en las plantas. Debemos tomar conciencia que también son seres vivos. Ellas al igual que los animales son indispensables para la vida del planeta”, aseguró.  

Los dos primeros puestos fueron para especies que promovía la Universidad del Azuay. El primer lugar lo obtuvo un cañaro de la familia  fabaceae, con 98 puntos.

Esta es una especie originaria de los Andes y ayuda a mejorar el suelo gracias a su aporte de nitrógeno. En segundo puesto está un yumbar, de la familia myrsinacea con una calificación de 87.

Esta variedad aporta a la medicina natural, ya que sus hojas son utilizadas para aliviar granos y sarpullidos.
Aparentemente este tronco tiene más de 50 años y está ubicado en el parque El Paraíso.

El tercer puesto fue para un palo rosa–acacia, de la familia fabaceae, que alcanzó un puntaje de 79, que tiene como característica principal ser una de las primeras  especies sembradas en Cuenca.

El tronco está en el predio de la Facultad de Ingeniería Agronómica de la Universidad Católica de Cuenca y es originario del sur de Bolivia.