El proyecto Minas-San Francisco es la tercera hidroeléctrica más importante que se construye en el país. Generará 275 megavatios de energía eléctrica limpia y cuenta con un embalse con capacidad de almacenamiento de 14 millones de metros cúbicos de agua. La forma de vida de las familias de las comunidades del área de influencia de esta hidroeléctrica está cambiando con el avance de las obras.

Hace 8 años eran escasas las plantas hidroeléctricas. Se contaba solo con la Central Daniel Palacios, conocida también como Central Paute y en tiempo de sequía, al no haber agua en el caudal del río Paute, se producían los cortes de energía eléctrica en el país.

Pablo Reyes, Subsecretario Senplades Zona 6-Austro, precisó que de los 8 proyectos nacionales, 3 están ubicados en la Zona 6, es decir en el sur ecuatoriano: Sopladora, Minas-San Francisco, Mazar–Dudas. Estas 8 obras emblemáticas deben entrar en funcionamiento en 2016; para ello, la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, a través de la Dirección de Inversión, Seguimiento y Evaluación, realiza su trabajo técnico de monitoreo en el territorio.

Minas-San Francisco tiene una inversión de $ 477 millones, cuenta al momento con 12 frentes de trabajo: vías de acceso, obras de captación, obras de conducción, chimenea de equilibrio, tubería de presión, obras de la central, cruce del río y cámara de interconexión, equipos hidromecánicos, equipos mecánicos, equipos eléctricos, línea de transmisión instalaciones y equipo auxiliar; y ha generado 8.699 plazas de trabajo para mano de obra calificada y no calificada nacional y del extranjero.

Luz Rosario Ortega Arévalo, moradora de Sarayunga, cantón Pucará, de la provincia del Azuay, precisa que hasta el año 2012 su pueblo no pasaba de los 100 habitantes. “Con el proyecto hidroeléctrico Minas-San Francisco el desarrollo territorial ha sido evidente, de 100 habitantes ahora somos 500 personas trabajando y velando por un mejor vivir para nuestras familias. Aportamos para el cambio de la matriz productiva”, dijo Ortega.

Las mujeres de Gramalote y Sarayunga han generado pequeños emprendimientos de alimentación y limpieza en el área de influencia. Hasta 2012, las familias del sector estaban obligadas a salir a las grandes ciudades en busca de una oportunidad laboral.

Luz Rosario no pudo cristalizar el sueño de tener una carrera universitaria debido a que sus padres no podían apoyarla económicamente. A sus 35 años y con 2 hijos tiene a su cargo la alimentación de los trabajadores de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec). En 2015, Luz Rosario se graduará de chef profesional y cumplirá su sueño de tener un restaurante.

Con obras como la Central Hidroeléctrica Minas-San Francisco se cumple con los objetivos 3, 4 y 10 del Plan Nacional del Buen Vivir que implican: mejorar la calidad de vida de la población, fortalecer las capacidades y potencialidades de la ciudadanía e impulsar la transformación de la matriz productiva, explicó Pablo Reyes, tras hacer un balance de los trabajos. (I)