Militares y estudiantes rindieron homenaje a la “Atenas de Ecuador”
Militares y estudiantes también rindieron homenaje a Cuenca, ciudad que celebró ayer sus 193 años de independencia.
La parada militar que congregó a uniformados de Azuay, Morona Santiago y El Oro, recorrió la avenida Huayna Cápac, desde el redondel de la Chola Cuencana hasta la calle Larga, donde está ubicado el Banco Central.
A lo largo de esta avenida se congregaron aproximadamente 8 mil personas que soportaron el calor de la mañana, mientras decenas de integrantes de la Tercera División Tarqui exhibían en sus camiones su fuerza armamentística.
“Lo que hemos querido hacer hoy es mostrarle a la ciudad, una vez más, el potencial humano y de artillería con el que contamos para defender la soberanía del país”, manifestó Daniel Espinoza, quien pertenece a esta subdivisión de las Fuerzas Armadas.
Espinoza agregó que en la jornada se exhibieron alrededor de cuarenta vehículos armados.
Los ciudadanos que se apostaron a cada lado de la vía aplaudieron la presencia de los uniformados que mostraron su gallardía a su paso.
La participación de unidades educativas también resaltó el desfile en homenaje a la ciudad.
Alumnos del colegio particular San Luis Beltrán danzaron al ritmo de la canción Chola Cuencana, mientras que estudiantes del colegio Herlinda Toral y el Benigno Malo desfilaron en medio de los aplausos de los presentes.
Los carros alegóricos dieron un ambiente especial al evento, allí se representaron proyectos de la ciudad, como el tranvía y sectores tradicionales, como las casas coloniales del centro histórico.
El primero de ellos captó la atención de los ciudadanos, quienes al final del evento aprovecharon para tomarse fotografías.
Las artesanías también tuvieron su espacio. Iván Encalada, representante del Gremio de Maestros Artesanos Alfareros y Afines del Azuay, en cuestión de segundos elaboraba ollas de barro para obsequiar a cuencanos y extranjeros.
“Me demoro, como máximo, un minuto en terminarlas, todo depende del tamaño de la olla”, indicó el artesano.
En cambio, comerciantes de sombreros, gorras y parasoles aseguraron no haber vendido mucho durante la festividad.
Noemí Jaramillo comentó que las ventas cayeron rotundamente en comparación a otros años.
Ella señaló que hubo desorganización en el desfile.
“No se vendió casi nada y eso que los precios de los gorros están entre 1 y 2 dólares; y los sombreros, entre 9 y 10”, agregó.
Similares comentarios emitieron los vendedores de comida y bebidas, que se ubicaron a lo largo de la avenida Huayna Cápac. Todos coincidieron en que la jornada no les dejó ganancias en esta ocasión.