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Memorias de la educación Bilingüe en Azuay y Cañar
Para comprender la historia de la Educación Indígena Intercultural Bilingüe en Azuay y Cañar es necesario previamente resaltar la importancia de diferentes líderes y programas educativos desde una perspectiva nacional. Frente a esto es ineludible resaltar el liderazgo femenino indígena de ‘Mama Dulu’ (Dolores Cacuango) quién creó en Cayambe una de las primeras escuelas indígenas en 1945.
Sin embargo, el trabajo de instituciones, organizaciones y programas educativos nacionales e internacionales no indígenas constituyeron aportes importantes para fortalecer la lucha indígena por una educación en lengua materna y que responda a sus identidades culturales. Entre estas podemos mencionar a Las Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador, dirigidas por Monseñor Leonidas Proaño, obispo de Riobamba, entre los años de 1959-1962 y cuya frecuencia se extendió hasta las parroquias de Chontamarca, Zhud, Suscal y a la comunidad de Quilloac todas pertenecientes a la provincia de Cañar; en la mayoría de estas comunidades resultaría ser el primer intento por ingresar a un sistema de educación indígena e intercultural.
La Misión Andina que se instaló en Ecuador en 1956, bajo el gobierno del presidente Galo Plazo Lasso, tenía como objetivo “promover el desarrollo económico, social y cultural de las comunidades campesinas de la sierra ecuatoriana, para elevar sus niveles de vida y procurar, al mismo tiempo, su integración en el proceso del desarrollo del país”, la cual llegó al cantón Cañar específicamente a las comunidades de Quinuapata, Tranca y Quilloac.
Finalmente, la aplicación del Subprograma de Alfabetización en Quichua que surgió en el año de 1978, bajo la alianza entre el Ministerio de Educación y Cultura y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador tuvo un alcance nacional. Este programa duró desde 1980 hasta 1984 y se extendió a 11 provincias, entre las que figuran Azuay y Cañar, creando Centros Escuelas Bilingües cuyo alcance llegó hasta los cantones de Nabón, Gualaceo, Cuenca y Sígsig en la provincia de Azuay y a comunidades como Quilloac y Suscal en la provincia de Cañar.
Después del desarrollo del primer congreso de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, (CONAIE) realizado en 1986, los líderes indígenas a nivel nacional decidieron abrir un proceso puntual por y para la exigibilidad de una educación indígena e intercultural, a través de la creación de la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe (DINEIB), instancia que abarcaría todos los programas y proyectos relacionados con la educación indígena intercultural bilingüe en Ecuador.
El camino fue largo y dificultoso, varios espacios y departamentos sobre todo de la educación mestiza se opusieron fuertemente; sin embargo, en 1988, el presidente Rodrigo Borja dictó un decreto ejecutivo en el cual se reconoce legalmente a la DINEIB, momento histórico que marcó un hito en la historia de la educación en el Ecuador ya que significó el reconocimiento de que el país estaba conformado por varios grupos étnicos que tenían derechos, entre estos el de recibir una educación formal en su lengua materna y dentro de su cultura.
En 1989 las Direcciones Provinciales de Educación Intercultural Bilingüe en las provincias de Azuay y Cañar abren sus puertas al público. En el caso de Cañar, la DIPEIB (Dirección Provincial de Educación Intercultural Bilingüe) fue instaurada en la ciudad de Cañar y no en la capital provincial como dictaba el decreto ejecutivo; esta decisión, sumada a la acción de abrir centros educativos interculturales dentro de las instituciones educativas mestizas, ocasionó un conflicto muy fuerte entre la comunidad indígena frente a la mestiza, incluso se presentó oposición dentro de la propia comunidad indígena; estos problemas que se resumían en el rechazo al idioma kichwa que para gran parte de la población significaban retroceso e ignorancia, no se presentaron tan solo en Cañar; en Azuay, específicamente en Cuenca, las personas consideran que la población indígena en este cantón era casi nula, un imaginario que impedía el involucramiento de la sociedad mestiza en necesidades indígenas tales como la educación. Empero, unidades educativas como el colegio Intercultural Bilingüe Narancay Alto, demuestran que la comunidad indígena está presente en Cuenca y en Azuay y que la lucha es diaria, no solo en contra de la discriminación sino por ser visualizados como un grupo humano con importantes logros como el consolidar y aplicar la interculturalidad a nivel local y provincial.
Varios fueron los protagonistas que promovieron una educación indígena e intercultural, entre ellos podemos mencionar en Cañar a: Taita Lino Pichizaca, Antonio Quinde, Luis Gilberto Lema, Armando Muyolema, David Antonio Lema, Melchor Pichi, el padre Ángel María Iglesias, Sor Cecilia Cordero entre otros y en Azuay a: Luzmila Morocho, Julio Lojano, Ángel Cartuchi, José Washima, Baltazar Viznay, Margarita Ullaguary, Isabel Panto, Isabel Berrezueta, el padre Kevin Berrel, entre tantos. Sus liderazgos, enseñanzas y conocimientos representaron y representan un aporte transcendental para la educación no solo en Azuay y Cañar, sino para todo Ecuador.
Con sus luchas han logrado mejorar la calidad de la educación indígena, su trabajo contribuyó en la consolidación de un sistema de educación intercultural bilingüe que revalorice las diversas identidades culturales. Nombres e historias complejas deben ser visibilizados, un ejemplo en la siempre lucha por la equidad.