Matarifes piden reapertura del camal en la frontera
Sesenta ciudadanos que se dedican al desposte de reses y cerdos, en el camal municipal de Huaquillas, pidieron a la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad (Agrocalidad), que revea su decisión de clausurar el lugar.
Argumentan que se quedaron sin trabajo y, por ende, sin ingresos para mantener a sus familias.
Los matarifes y lavadores de vísceras hicieron este requerimiento luego de afirmar que han cumplido con las exigencias para garantizar el aseo del lugar y la higiene de los productos.
Cosme Jarrín Aguilar, uno de los trabajadores del centro de desposte, afirmó que la clausura nunca fue notificada.
Sostuvo que tampoco las autoridades les especificaron las exigencias ni les pusieron plazos para mejorar la situación del camal.
“Los que trabajamos aquí cumplimos con las obligaciones sanitarias. Nunca nos anticiparon que se iba a aplicar esta sanción”, acotó.
El acta de clausura temporal emitida por Agrocalidad señala que la medida se aplicó por el incumplimiento de los artículos 8, 10, 12 y 16 del Reglamento a la Ley de Mataderos, Inspección, Comercialización e Industrialización de carne.
La del Ministerio de Salud contextualiza la inobservancia de los artículos 103, 118, 130 y 146 del Código de Salud.
La medida provocó la suspensión del sacrificio diario de las reses, cerdos y la inactividad para 24 personas dedicadas al lavado de vísceras y otras 35 que realizan el faenamiento del ganado.
El director de Saneamiento, César Campoverde, aseguró que 600 reses y 300 porcinos, al mes, se dejan de sacrificar debido a la disposición de la cartera de Estado y de Agrocalidad.
El camal municipal de Huaquillas fue remodelado por el Municipio y se construyó un sistema para eliminación de aguas servidas.
Del mismo modo, fue reconstruido el piso, el techo y se mejoró toda la infraestructura.
“Nos pidieron que utilicemos delantales, gorros, mascarillas y eso lo hacemos. Solo pedimos que se nos deje trabajar hasta que se construya un nuevo sitio”, enfatizó Jarrín.
La construcción y el equipamiento de un camal nuevo en otro sector le representaría al Cabildo una inversión de 600 mil a 1 millón de dólares. Para equipar con frigorífico y otros elementos se requieren 95 mil dólares.
En la actualidad el cabildo subvenciona con el 50% el costo de mantenimiento del camal. Para atender a esta infraestructura se requieren aproximadamente 4.800 dólares al mes.