Malestar en vendedores por prohibición para usar palma
“Cambiemos a Domingo de Flores y entonces dejemos de llamarlo Domingo de Ramos”, indicó Juan Llanes, vendedor de arreglos elaborados con ramas de la palma de seda, en protesta a la prohibición de usar ese árbol.
Este último ha sido empleado tradicionalmente en el país al inicio de la Semana Santa para hacer los arreglos. Llanes proviene de la parroquia San Rafael de Sharo, una de las más distantes de Cuenca, y cada año trae los ramos para venderlos en el mercado de la ciudad.
“Este es nuestro sustento, pero ahora las autoridades nos persiguen y nos quitan los ramilletes que con tanto esfuerzo elaboramos y ofrecemos en la urbe”, expresó.
En el sector de la plazoleta San Francisco, mercado 9 de Octubre y El Vado, se acentuaron ayer los controles por parte de la Guardia Ciudadana para evitar que los ramos sean vendidos en la calle.
“Estamos vigilando y ya hemos decomisado los manojos, pero no hacen caso”, dijo uno de los celadores.
En la acera de la calle Padre Aguirre, sector San Francisco, las comerciantes se quejaban porque según ellas ya no hay clientes. “La gente nos pide que vendamos palmas, porque no quieren los adornos hechos con romero ”, manifestó Carmen Segovia.
Llanes señaló que en San Rafael de Sharo no están depredando la vegetación. “No cortamos de raíz la palma, sino la parte alta porque crece más de 3 metros”, insistió.