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La labor de campo comenzó el anterior 1 de junio y finalizará el 2 de agosto
Los predios urbanos y rurales aún están pendientes de registro
Las zonas no intervenidas por Sigtierra serán censadas por personal contratado por el Municipio de Loja para la actualización del catastro. El catastro se renueva cada 2 años, de conformidad con lo que dicen el Cootad y las ordenanzas de cada municipio. En el caso de Loja, este trabajo lo ejecutó Sigtierras hace varios meses, sin embargo, el programa no terminó en el tiempo previsto y quedaron pendientes algunas zonas. Frente a esta necesidad, el Municipio contrató los servicios de un profesional que realiza esta complementación de acuerdo con un cronograma de trabajo.
Así, desde el 1 al 25 de junio se recorrieron los barrios urbanos Jipiro Alto, Jipiro Mirador, Sauces Norte y vía la a Zamora. Desde el 27 de junio al 9 de julio el barrido predial se realiza en Malacatos, en los barrios Ceibopamba, La Trinidad, la Hacienda Country Club, la Calera, Saguaynuma, San José, El Carmen, Taxiche, Landangui, Chorrillos, Rumizhitana y su área de influencia urbana. En San Pedro de Vilcabamba, en la hacienda San Joaquín y Linderos el registro será del 11 al 16 de julio; en Vilcabamba, por los sectores Tumianuma, Yamburara y El Atillo, del 18 al 20 de julio; Quinara, en el barrio La Palmira, del 21 al 23 de julio y Yangana, el 23 de julio. Luego se recorrerá la zona noroccidental, el 25 de julio el sector de Taquil; el 26, Chuquiribamba; el 28 El Cisne; el 29 de julio Gualel y finaliza el 1 y 2 de agosto en los sitios Santiago y Jimbilla, respectivamente.
Juan Castillo, jefe de Avalúos y Catastros, explicó que la ejecución de este trabajo tomará al menos 3 meses, ya que se calcula que alrededor de 3 mil predios aún faltan por censar. El registro consiste en determinar el área del terreno con los respectivos límites, para ello, en el área rural se toma en cuenta la extensión las pendientes y la calidad del suelo, mientras que en la ciudad se determina en función de las edificaciones, del costo de construcción y la depreciación del bien.
William Coloma, consultor, explicó que en las visitas a las propiedades se toma las dimensiones del terreno y de la edificación, se llena una ficha con los datos de las escrituras, los nombres de los propietarios, los números de cédula y de teléfono.
En la parte técnica la ficha contiene las dimensiones de la propiedad, materiales con los que está edificada la vivienda, y, en los casos del sector rural valoran la capacidad del suelo, productividad y mejoras en las edificaciones. Es necesario que al momento de realizar el catastro estén presentes los colindantes con las copias de las escrituras y las cédulas de identidad para revisar la información y así fijar los límites de sus propiedades.
“Esta actualización ayuda a valorar los terrenos, y sobre esa base se fija el impuesto predial que al ser cancelado se convierte en obras de mejoramiento para todos los sectores”, dijo Coloma, quien agregó que esta actualización no se debe tomar solo como un cobro de impuestos, sino que va más allá, “es la oportunidad para que las propiedades sean valoradas por lo que representan y así se exijan planes de inversión y facilidades para el acceso a créditos bancarios”, indicó. Finalmente, comentó que existen predios que no tienen escrituras, allí se aplicará el procedimiento del departamento de Sigtierras, como es la legalización de las propiedades. (I)