Los más de 350 mil socios que tiene la cooperativa de ahorro y crédito Juventud Ecuatoriana Progresista Ltda. (JEP) no son una casualidad.

La entidad, que fue creada mediante acuerdo ministerial de diciembre de 1971 y calificada por la Superintendencia de Bancos y Seguros, hace unos 9 años, ofrece incentivos inmediatos a quienes se afilian. Por ejemplo, basta con tener $ 30 de saldo en una cuenta de ahorros para acceder a una ayuda mortuoria por $ 500.

Además, la JEP, de acuerdo a su portal en Internet, no cobra por el mantenimiento de las libretas de ahorros. Para ser socio hay que cancelar solo $ 20, mientras que en otras cooperativas, como la 11 de Junio, hay que pagar $ 45.

En cuanto a tasas de interés, no hay mayores diferencias porque son reguladas por la Superintendencia y los puntos son ligeramente distintos. La cooperativa, que el martes pasado sufrió una corrida de depósitos, no nació en Cuenca, donde funciona ahora su edificio matriz, sino en la parroquia Sayausí, perteciente a ese cantón. Mujeres vinculadas a actividades microproductivas de los sectores rurales y urbanomarginales integran el 70% de los socios.

Al momento cuenta con más de un centenar de cajeros automáticos en Azuay, Cañar, El Oro, Loja y Morona Santiago, provincias que concentran elevados números de familiares de migrantes. Mientras el resto de estas entidades trabaja con 2, 4 o 6 empresas para la  transferencia de remesas, la JEP lo hace con 16: seis para el envío de dineros desde los Estados Unidos, seis para los fondos provenientes de Italia y España, y cuatro más, en caso de que el ecuatoriano se encuentre trabajando en otros países.

En el ranking del cooperativismo nacional, elaborado por la Superintendencia de Bancos (a junio de este año), la JEP se ubica en el primer puesto con $ 521’595.000. A su inmediata seguidora, Jardín Azuayo, con $ 270’348.000, le saca una diferencia casi de dos a uno.

A la Mega, que está en el quinto lugar con $ 176’391.000, en cambio le lleva una ventaja de tres a uno. Hasta en los horarios de atención al público la llamada Juventud Ecuatoriana Progresista Ltda. le lleva ventaja incluso a los bancos, pues abre sus puertas desde las 08:00 hasta las 18:00 (diez horas para realizar transacciones), mientras que una matriz o agencia bancaria lo hace de 08:30 a 17:00 (solo ocho horas, ya que los 30 minutos restantes son para que los empleados vayan a almorzar). Pero, ¿por qué este sistema,  que data en el país desde 1919, aproximadamente (la primera cooperativa nació en Guayaquil y se llamó  de Bienestar Social Protectora del Obrero), mantiene altos índices de aceptación?

El analista económico Fidel Márquez explicó que es la única alternativa de productores y personas que no tienen acceso al “banco pelucón” para recibir un préstamo a bajos intereses y sin tantos requisitos. Tres cuencanos socios de dos cooperativas, entre ellas JEP, tienen opiniones que coinciden con la del experto y que quizás sustentan el porqué este sistema maneja cerca de $ 3.800 millones.

Lenin Pineda, de Jardín Azuayo, aseguró que esta entidad ofrece más beneficios que un banco. “Hay más  facilidades de pago, se pueden hacer préstamos de hasta $ 1.500 sin garantes”, subrayó.

Diego Calle, de la misma cooperativa, aseveró que en el banco “le pusieron muchos peros” para obtener una línea de crédito y las tasas de interés son más altas en estos últimos. María Lapo, socia de JEP, recordó que hasta hace unos meses los préstamos en su cooperativa eran de hasta $ 800, pero actualmente llegan a $ 20 mil.

Las exposiciones de los tres y de Márquez tienen argumentos, sin embargo, el martes, los “rumores” en las redes sociales y en mensajes de celulares provocaron una estampida de dineros que puso a temblar a miles en la cooperativa azuaya, incluyendo a sus directivos.

Asociación asegura que no es un riesgo para otros sectores

Édgar Peñaherrera, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Cooperativas de Ahorro y Crédito, no ve al sector como  una amenaza para otros. Su visión difiere a lo expresado por Clemente Aucay, gerente de Coopera Ltda., que pertenece al gremio.

Peñaherrera explicó que el movimiento  ha vivido con todas las formas de organización económica. “Lo que ha sucedido es que no ha mostrado todo el potencial que tiene, pero en los últimos años es evidente su presencia”, afirmó.

Añadió que es válida la ayuda entre las cooperativas. No encuentra “coincidencias” entre lo sucedido el martes y el anuncio de que las entidades manejan más de $ 3.800 millones. Exhorta a  que investiguen el origen del rumor que generó tensión.