Muy temprano, un resplandeciente sol sale en Puerto Bolívar, una lancha de pesca artesanal nos espera en uno de los muelles para viajar a la comuna de Las Huacas, situada a una hora y media del puerto machaleño.

Durante el viaje se pueden ver los buques bananeros que atracan en el puerto orense. Tras 25 minutos de recorrido los inmensos barcos, casas y edificios de Puerto Bolívar desaparecen de la vista para dar paso a cientos de hectáreas de manglar y el sonido de los pelicanos y gaviotas que se asientan en los vehrdosos árboles, lo cual hace espectacular el recorrido.

“¡Mire, allá se encuentra la isla!”, dice el piloto de la embarcación y pescador Pedro Tejada, indicándonos que ya estamos cerca de la comuna Las Huacas. Allí habitan 420 familias, el 90% se dedica a la recolección de concha negra y el resto a la pesca artesanal.

En la comuna se respira esperanza pues consideran que la abundancia de concha prieta ha regresado a los manglares del lugar, el molusco se ha reproducido rápidamente entre las raíces de los mangles reforestados por la comunidad con ayuda de los camaroneros de la zona.

“De aquí salen las mejores conchas prietas, para varios cantones de El Oro e incluso Loja y Cuenca”, dijo Carlos Palacios, quien toda su vida se ha dedicado a la recolección del molusco. Él recolecta entre 200 y 300 conchas al día y las comercializa en Hualtaco (Huaquillas) o a su vez a los comerciantes que llegan a la isla para luego llevárselas a la Sierra sur ecuatoriana.

De lunes a sábado, Palacios y 6 personas más viajan unos 15 minutos en una pequeña embarcación, desde el muelle de la comunidad hasta el punto escogido. Allí ingresan al lodo que les llega hasta la rodillas; ellos ya tienen experiencia por lo que caminan sin ninguna dificultad. Meten los brazos en el fango y escarban con las manos en busca de las mejores conchas, las pequeñas las dejan en el lodo para que sigan creciendo.

En el manglar, el recolector se hace paso para caminar con facilidad y buscar el molusco más grande. Pone cada concha recolectada en una jícara (canastillo hecho de nylon). Antes de ingresar al manglar, los concheros —como se denominan— se ‘equipan’: se colocan las botas de caucho y se protegen del sol con una camiseta que envuelven a manera de capucha y sostienen con una gorra.

“Ser conchero no es un oficio que produzca mucho dinero, pues la concha no siempre es pagada a buen precio”, comentó el recolector.

El ciento de conchas prietas cuesta $ 12. En la actualidad, los comuneros ganan diariamente enre     $ 20 y $ 35, trabajan de 4 a 5 horas en marea baja.

Pedro Tejada es dirigente de la comuna, él también se dedica a la recolección del molusco. “En los años de 1980 y 1990 existía una gran cantidad de concha. Entre 2000 y 2010 el trabajo tuvo una caída, pues las conchas se estaban acabando”, aseguró Tejada.

Considera que en esos años la tala del mangle afectó mucho al hábitat de las conchas que se veía en años anteriores, situación que actualmente no ocurre, pues con los trabajos de reforestación el ecosistema que se estaba perdiendo ahora se ve recuperado.

“El molusco se ha reproducido rápidamente en los manglares reforestados por la comunidad”, dijo. En tiempos de veda las familias se dedican a la pesca artesanal, otros prefieren migrar a Puerto Bolívar a trabajar estibando banano o en fincas bananeras.

La concha es considerada una exquisitez de la gastronomía ecuatoriana, es el ingrediente principal del arroz o ceviche de conchas negras. Pero además, es una fuente importante de ingresos económicos para los habitantes de las islas del archipiélago de Jambelí. El archipiélago está formado por 6 islas mayores: Isla Jambelí, Las Huacas, Pongal, Costa Rica y Payana y Chupadores —todas separadas por canales y esteros angostos.

En el restaurante de doña Bertha, por ejemplo, ubicado en Puerto Bolívar, se come el ceviche de conchas negras con poca cebolla y ají moderado, para disfrutar el sabor y la frescura de este molusco. El ceviche cuesta $ 10 y viene acompañado de patacones o arroz.

Artesanales hicieron aportes para nueva Ley de Pesca

El proyecto de Ley Orgánica de Pesca recibió varios aportes del sector pesquero artesanal (concheros, cangrejeros y pescadores) de la provincia de El Oro en el marco de la reunión de trabajo cumplida la semana pasada en el Centro de Capacitación de Autoridad Portuaria de Puerto Bolívar.

Líderes de diferentes organizaciones del archipiélago de Jambelí y del perfil costero orense llegaron para exponer la realidad de este sector productivo del país a la Subcomisión de Pesca y Acuacultura adscrita a la Comisión de Soberanía Alimentaria de la Asamblea Nacional, representada por los legisladores Montgómery Sánchez Ordóñez y Esther Ortiz Gaspar.

El asambleísta Motgómery Sánchez habló sobre denuncias que hicieron los pescadores de que solo se aplican sanciones a los pescadores artesanales y no a los industriales que faenan dentro de las 8 millas, el legislador dijo que investigará y solicitará información al ministerio correspondiente.
Tomás Cruz, presidente de la Unión de Organizaciones de Pesca Artesanal de El Oro (Uoppao), pidió que el acuerdo de la milla náutica, que declara zona de reserva para la producción de especies bioacuáticas, sea suspendida y se abra un debate para analizar sus alcances.

Jesús Fallaín, pescador porteño, expresó que los inspectores de pesca deben ser personas conocedoras del mar y propuso que para el efecto sean considerados sus compañeros de los gremios pesqueros.

Mariana Benítez, miembro de Uoppao, dijo que la ley debe establecer qué es un pescador artesanal y qué es un pescador industrial, mientras Flor Quiñónez, recolectora de concha de Puerto Bolívar, solicitó mejores precios para el producto.

Pedro Tejada, de la isla Las Huacas, exigió sanciones para los depredadores del manglar, mientras que Alberto Ocampo, cangrejero de Bajoalto, pidió analizar los períodos de veda de esta especie marina muy apreciada en Ecuador. (I)