Las lluvias que cayeron el fin de semana en las partes altas de Cuenca lograron una mediana recuperación de los caudales de los ríos y también dieron tranquilidad a los habitantes, ya que, por ahora, se aleja la posibilidad de los racionamientos en el servicio de agua potable.

El sábado y domingo se reportaron aguaceros en el Parque Nacional ElCajas y en el sector de Quimsacocha. Ello se vio reflejado inmediatamente en la subida del nivel de los afluentes que atraviesan la ‘Atenas del Ecuador’.

El río Tomebamba ayer tuvo un caudal de 7,76 metros cúbicos de agua por segundo, cuando lo normal es de 6 m3/seg, es decir está sobre el promedio en épocas normales. En cambio, el Machángara llegó a 4,41 m3/seg, aún distante de lo normal que es de 6 m3/seg.

El Yanuncay registró un caudal de 3,36 m3/seg, cuando lo normal es de 6 metros cúbicos de agua por segundo, mientras que en el Tarqui, que nace de las estribaciones de Quimsacocha, el nivel se estabilizó en 3,06 m3/seg, cuando su promedio es de 4 m3/seg.  

Los afluentes mostraron ayer un panorama diferente al presentado la semana pasada, donde solo se observaban piedras en sus lechos. Esta mejora se dio a pesar de que el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) anticipó que la sequía volverá esta semana a la ciudad.

Las precipitaciones también fueron favorables para los usuarios del Proyecto Nero, ya que se llenaron los 9 tanques que abastecen a las 44 comunidades con agua tratada. Los 6.000 usuarios de la parte rural del cantón ya no deben preocuparse porque ya no habrá restricciones en horas de la noche.

Jaime Vera, presidente del proyecto, dijo que las lluvias ayudan a salir de la crisis. “El caudal llegó a los 72 litros de agua por segundo el domingo y suspendimos los racionamientos en la noche. Nos reunimos para analizar el tema y resolvimos devolver el servicio”, indicó el directivo. (I)