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Riesgo para los menores de edad
Las casas se han convertido en centros de acopio
Hay menores que desde temprana edad ya inician faenas en el mar, actividades como la pesca, recolección de concha y cangrejos son a las que se dedican los menores que acompañan a sus padres. Por ejemplo, La Puntilla es una comunidad ubicada en la Parroquia Tendales, cantón El Guabo. En el poblado habitan 60 familias, unas 200 personas, 30 de ellas niños y niñas; todos se dedican a la actividad de la pesca artesanal y la recolección de conchas.
La provincia de El Oro fue la primera en el país en declararse libre del trabajo infantil en basurales gracias al esfuerzo articulado entre los municipios, el MIES y el MRL; sin embargo, según Efrén Viteri, quien lidera los proyectos del Distrito Machala, la actividad laboral de los niños y sus familias se trasladó al reciclaje en la calle (fuente) y hacia las casas que se convirtieron en centros de acopio del material reciclado.
Dicha actividad pone en riesgo el desarrollo integral de los niños y niñas al afectar su salud y privarlos de la educación y actividades de recreación. César Encalada, alcalde de Pasaje, uno de los cantones que presenta mayores índices en la actividad, se comprometió a reunirse con un grupo de productores para poner fin al trabajo de los menores de edad en bananeras; igual compromiso asumió Mercedes Serrano, quien lidera el Patronato Municipal de la localidad.
Según el registro del programa El Buen Vivir sin Trabajo Infantil, son alrededor de 101 los menores de El Oro, de entre 5 años y 17 años, localizados en Machala, Huaquillas, Pasaje y El Guabo, que fueron sacados del trabajo en los basurales y reinsertados en el sistema educativo público.