Un informe de diario El Tiempo señala que a 25 años de la tragedia en el sector La Josefina faltan por retirar 700.000 metros cúbicos del material que se desprendió.

No obstante, el Comité de Cogestión, formado por la Gobernación del Azuay, la Secretaría del Agua, entre otros organismos, dice que no hay riesgo de que ocurra un nuevo siniestro.

La tragedia que marcó a Ecuador la noche del 29 de marzo de 1993 “no volverá a ocurrir”, indicó al diario cuencano Paulina Padrón, coordinadora zonal 6 de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos.

Aquel día, cerca de 75 millones de toneladas de tierra del cerro Tamuga (cantón Paute) se desprendieron y taponaron el río Paute, lo que convirtió el valle agrícola y ganadero en un gigantesco embalse que, días más tarde, desfogó violentamente.

Dos motivos generaron el derrumbe: la explotación ilegal de ripio y piedra en el cerro y las constantes lluvias de la época, que registró un promedio de 169% de precipitación en febrero de 1993 y el 208% en marzo de ese año.

Lauro Salazar, uno de los sobrevivientes de la tragedia, prefiere no recordar aquellos días. “Nos pusimos fuertes y trabajamos muy duro para sacar adelante a nuestras familias”, señaló con tristeza.

Él, con sus hijas y nietos, habita en el Carmen de Bullcay, zona que las autoridades destinaron para albergar a los damnificados.

La autoridad de riesgos añadió que hace 25 años la respuesta que se tuvo fue espontánea, debido a los esfuerzos de la comunidad.

Ahora, el monitoreo y vigilancia es constante: “Senagua dispone de un sistema de alerta temprana en la cuenca del río Santa Bárbara, incluido el tramo del río Paute”.

A partir de entonces, el comité dispuso la finalización de todo tipo de trabajo en la zona y se paralizó la extracción de materiales, lo que dejó a salvo las labores que le corresponden a Senagua, como la conservación de los umbrales y la protección de la zona hidrográfica.

En la actualidad el comité busca “la mejor opción” para iniciar la fase final de la remediación, que aún no tiene fecha ni mecanismo.
Con esta pausa se intenta detener los pedidos de los municipios por obtener material pétreo.

El alcalde de Paute, Helioth Trelles, manifestó que los vecinos no se beneficiaron del material pétreo del lugar y que aún se espera una respuesta. (I)