La Virgen llega con dos millones de fieles a Loja
Dos pies descalzos se perdían entre los miles de romeriantes que caminaban sobre la vía de asfalto que une a Catamayo con Loja.
Olivia Chicaiza, de 22 años, lleva más de una década acompañando, sin calzado, la imagen desde la Basílica del Cisne hasta la Catedral de Loja.
Dijo que lo hace como agradecimiento a la Virgen por los milagros concedidos.
“Tengo una inmensa gratitud por ella, porque tengo a mis hijos saludables. He tenido logros importantes en mi vida y además vengo a pagar mis penitencias”, afirmó.
Al igual que ella, centenares de devotos arribaron la tarde de ayer a la capital de Loja, último destino de la peregrinación que inició el fin de semana. En esta ciudad sus habitantes y ciudadanos de otras provincias le dieron la bienvenida.
La urbe, prácticamente, se transformó para recibir a su patrona.
José Jiménez estaba junto al cordón humano de Policías que custodian la urna.
El creyente se integró al grupo de devotos que trasladaban en sus hombros a la “Churonita”.
Sostuvo que es la primera vez que acude a la peregrinación. “Sentí algo especial y único al instante de cargarla”, precisó.
Las autoridades eclesiásticas organizaron ayer distintos actos religiosos en honor a la Virgen del Cisne. Del mismo modo, organizaciones civiles le dieron su recibimiento con cánticos y bandas.
En la ciudad, los romeriantes intercambiaban entre sí los comentarios de milagros que atribuyen a la imagen. Inés Loján arrojó pétalos de rosas que cayeron sobre la Virgen y los caminantes. Relató que desde hace seis años viene de la capital azuaya para cumplir su agradecimiento. Con lágrimas y una voz entrecortada confesó que padece de cáncer, pero está mejorando gracias a los pedidos que hizo a la Churona.
Autoridades calculan que unos dos millones de romeriantes participaron en la caminata de dos días. En la Zona Militar, los uniformados expresaron su respeto a “La Generala”. A las 17:00, la Catedral resultó estrecha para los creyentes que se concentraron en el lugar.