Hablar de la sexualidad en Cuenca aún sigue siendo un tabú. Las personas adultas evitan tocar este tema, mientras que las nuevas generaciones están ‘impacientes’ por conocerlo. En Ecuador, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el 70,9% de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Intersexuales (LGBTI) vivió algún tipo de discriminación familiar; el 65,9% experimentó rechazo y el 61,4% fue víctima de actos violentos.

Adicional a estos datos, el 35,3% recibió amenazas por parte de la familia, el 18,6% golpes y agresiones físicas, el 8,7% fueron acosados sexualmente y el 4,2% violados. El miedo es uno de los enemigos principales del ser humano. Miedo al qué dirán, a la indiferencia, al maltrato, a ser diferente. “Muchos piensan que pelear con las personas del exterior es lo peor, pero no es así, eso puede ser lo más fácil. Nosotros tenemos que pelear todos los días con nosotros mismos”, expresa Paúl (nombre ficticio por pedido de la fuente).

En cambio a Catalina (nombre ficticio) la pesadilla se le hizo realidad: “Fui violada por un miembro de mi familia al poco tiempo de haber hablado con mis padres y mi hermano acerca de mi orientación sexual”. La violación, según entendidos en la materia es utilizada como un ‘recurso’ para ‘curar’ a los homosexuales de su tendencia. “No sé si fue para curarme pero estoy segura de que fue lo contrario, tenía mucho miedo, miedo de lo que mi familia era capaz de hacer”. La Organización Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas (OEML) realizó un estudio en el que el resultado indicó que el 46,8% de personas de sexo femenino sufrió manifestaciones de lesbofobia (tipo de discriminación hacia las lesbianas). A pesar de todo lo que le tocó vivir a Catalina, afirma: “No guardo rencor a nadie de mi familia, tampoco les veo”.

Luis, víctima de agresiones

Biológicamente Luis (nombre protegido) es una persona intersexual (anomalía orgánica por la cual un individuo presenta discrepancia entre su sexo y sus genitales, posee características genéticas y fenotípicas de ambos sexos). Debido a esta condición fue víctima de burlas y golpes durante mucho tiempo. “Yo sufrí mucha discriminación. Mi mamá me golpeaba, por ejemplo, cuando se me hinchaban las caderas, cuando me crecían los pechos, ella me pegaba porque había momentos en que tenía más cadera que mis primas y mi hermana”.

Muchas organizaciones se han creado y funcionan como hogar para muchos jóvenes. Silueta X es una de las más conocidas a escala nacional, hace 4 años que las oficinas funcionan en Cuenca. Esta organización se fundó luego que el mejor amigo homosexual de la fundadora, se suicidara a causa de los repetidos actos de violencia.

La finalidad de este grupo es la protección de cada individuo de la comunidad. Brindan apoyo psicológico a todos los que viven este proceso de autodescubrimiento, además luchan por los derechos LGBTI y brindan apoyo a todos los heterosexuales que sufren discriminación solo por llevarse bien con alguien que tiene otra orientación sexual.

La organización ofrece charlas a quienes se sienten cohibidos por las situaciones que les ha tocado vivir. Allí es cuando se comienza a generar el vínculo entre la organización y los jóvenes. Lo que busca Silueta X es brindar un espacio donde prime la seguridad, la confianza, y el diálogo, para que de esa manera lleguen a aceptarse y a empoderarse sin sentir miedo o vergüenza. A pesar de que existen organizaciones y modificaciones en su forma de pensar, aún hay mucho rechazo por gran parte de la sociedad hacia estas personas. (I)