La inseguridad sigue siendo tema de preocupación para los ciudadanos que habitan Cuenca, incluido los estudiantes.

Recién se allanó un domicilio a una cuadra del ECU911-Austro y se detuvo a sospechosos de la muerte de un joven de 23 años que se resistió a entregar su teléfono celular. El joven regresaba de misa junto a sus hermanos, 2 de ellos resultaron heridos ya que recibieron disparos de los delincuentes.

Pero esta situación no solo se da entre los ciudadanos que frecuentan diariamente las calles de la ciudad, la inseguridad llega a los establecimientos educativos.

En los alrededores del colegio Antonio Ávila Maldonado la situación es preocupante. Madres de familia hacen un llamado a las autoridades para que haya control policial a la salida de los establecimientos.

“Nuestros hijos son asaltados, les roban y nadie hace nada”, dijo una madre desesperada que pidió que haya al menos un patrullero fuera del colegio a la hora de salida, al medio día.

La estudiante Isabel Sánchez de este colegio dijo que los compañeros ya están muy asustados por los continuos problemas que se registran.

Esta situación se extiende también a otros establecimientos de Cuenca, donde las pertenencias de los alumnos son robadas a la fuerza y bajo amenazas de los delincuentes.

“Ya no podemos caminar con tranquilidad porque en las esquina nos esperan los maleantes y nos roban las mochilas”, dijo un estudiante que prefirió dejar su nombre en reserva. Los profesores han conformado brigadas de seguridad en varios de los establecimientos, pero no es suficiente porque los delincuentes son más astutos y ‘trabajan’ armados, dijo uno de los profesores que también pidió ayuda a las autoridades. (I)