Alrededor de seis meses se encuentran detenidos los trabajos de restauración del complejo patrimonial de Todos Santos,  a cargo del Municipio de Cuenca.

La hermana Patricia Gualpa, integrante del departamento de Investigación y Proyectos de la Congregación de la Madres Oblatas, recordó que los trabajos se  los venía realizando desde hace tres años.

Dijo que se efectúo una labor minuciosa, rescatando incluso la pintura original con su respectiva simbología.

Señaló que, al parecer, la  falta de recursos provocó que la obra se detenga. “Básicamente se está readecuando la iglesia de Todos Santos y  una terraza que tiene vista al río Tomebamba. Estamos realizando constantes visitas al departamento de Áreas Históricas y Patrimoniales del Municipio. Esperamos que se retomen las labores lo antes posible y en alrededor de tres meses puedan estar concluidas”, afirmó.

Las refacciones que faltan consisten  en ubicar el retablo de los pisos, la iluminación del templo, la colocación de las ventanas tipo arqueológicas, el altar mayor y los secundarios.

Los trabajos de restauración comenzaron luego del incendio que causó destrozos en gran parte de la iglesia.

La religiosa resaltó que en las paredes del santuario ya se puede apreciar la simbología del “carisma oblato”, como los corazones de Jesús y María, el copón, cáliz y uvas, elementos importantes en la práctica católica.
Antes de que exista la iglesia, esta área fue una ermita (lugar alejado de las poblaciones y dedicado al culto religioso), para luego ser la Capilla de San Marcos.

En la actualidad al interior de la misma se puede apreciar un mausoleo donde reposan los restos de las madres cofundadoras de la Congregación Oblata.
La adecuación también consistió en restaurar el sector dedicado a la panadería. En este sitio a partir de las 12:30 se comercializa el tradicional pan hecho en horno de leña. La elaboración del producto  de esa manera data de hace más de 120 años.

De ahí salen también las denominadas “costras”, “rodillas de Cristo”, “mestizos”, “enrollados”,  “enquesillados”,  entre otros.

Otra aspiración de las Madres Oblatas es la apertura de la cafetería y restaurante, espacios que están dentro del complejo y conservan la estructura patrimonial. La idea es servir platos típicos a los visitantes. Como proyecto, las religiosas aspiran a brindar el servicio de Hotel Monasterio, espacio destinado al descanso y encuentro espiritual.

Esta edificación estaría cerca del Huerto Patrimonial  de Todos Santos, lugar recientemente adecuado con camineras para los turistas. Esta obra se concretaría con al financiamiento de empresas extranjeras.