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Punto de vista
La raigambre histórica de las 7 regiones horizontales nacionales
La conquista incaica y la hispánica así como la bipolaridad metropolitana de la época republicana impusieron a nuestro país una regionalización vertical por climas que ha encubierto los rígidos sistemas de dependencia interna o polarización centralista. Las regiones fueron desde hace milenios espacios geográficamente contiguos con climas diferentes, de los que se derivaba una producción especializada con necesidades y posibilidades de intercambio.
Cuando, a finales de la década de los sesenta, llegó al Ecuador la misión científica Francesa del ORSTOM (Instituto Francés de Investigación Científica para el Desarrollo en Cooperación), como empleado de la Junta de Recuperación Económica de Loja y Zamora, tuve contacto con los consultores de la misión y aún recuerdo una anécdota. Uno de los investigadores manifestó que a su llegada había observado en alguna dependencia del Ministerio de la Producción un mapa de las regiones preincaicas del actual Ecuador y que al final de su trabajo, ejecutado con el método de análisis de flujos concéntricos, cuando ya era necesario ‘mapear’ o trasladar al mapa dicha propuesta de regionalización, mandó a buscar aquel mapa y colocó junto al que habían producido luego de 4 años de arduo trabajo, con asombro observó que eran casi idénticos y añadió una frase poética “porque lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado”.
La regionalización propuesta por el ORSTOM no tomó en cuenta los límites establecidos por las actuales provincias. Un ejemplo: en la Región Cañari o Región 6, se incluía toda la manga de Tenguel —que con los cantones Naranjal, Balao y la parroquia del cantón Guayaquil Tenguel pertenecen ahora a la provincia del Guayas—. Entre otros casos, recuerdo que en la Región 2 o Centro Norte se incluía, junto con las provincias de Pichincha, Napo y actual Orellana, a los cantones Pedernales, El Carmen y Quinindé. En el caso de la Región Central o Región Puruhá se incluía a los cantones Palora y Huamboya que pertenecen a la provincia de Morona Santiago, es decir a la Región 6 o Cañari, etc. Posteriormente, cuando tuve la oportunidad de colaborar con la SENDA en un proyecto denominado SENDA-PDM, fue necesario adaptar la regionalización horizontal al propósito de no alterar los límites provinciales, que volvían políticamente no viable el proyecto. Las regiones debían integrarse por provincias y generar un equilibrio interprovincial en cada región.
Las 7 regiones tienen una profunda raigambre histórica que subyace actuante en múltiples expresiones y características, por lo que es indispensable articular al país horizontalmente, para superar la bipolaridad centralista y poder hablar de autonomías regionales.
Región uno o Región Norte
(Esmeraldas, Carchi, Imbabura y Sucumbíos).
Base o ancestro étnico cultural: chibcha-afro-cayapa. Esta región fue articulada por un organismo de desarrollo fronterizo denominado Udenor que puede servir de base para estructurar la administración desconcentrada con el Ministerio Coordinador Regional del Norte y su sede administrativa estuvo en Ibarra.
Región 2, centro norte o Región
Eugenio Espejo
(Pichincha, Napo y Orellana).
Base étnico cultural: quitu-cara. La sede del ministerio regional podría ser Tena y el personal del Ecorae podría ser evaluado e incorporado a este organismo. Para articular la provincia de Pichincha a la que ya no pertenecería el Distrito Metropolitano de Quito, que se convierte en Región Metropolitana, habría que promover el cantón El Quinche, capital Guayllabamba y el cantón Equinioccial, capital San Antonio de Pichicha.
Región 3, del Pacífico o Eloy Alfaro
(Santo Domingo, Galápagos y Manabí) Base étnico cultural: mantense, con sus raíces en la cultura Jama Coaque y tsáchila, al norte, y Valdivia al sur. En mi criterio, la posibilidad de mantener un régimen de tratamiento especial en Galápagos no se opone a la creación del Ministerio Coordinador de la Región del Pacífico o Región Eloy Alfaro, con sede en Manta, aprovechando al organismo de desarrollo regional CRM y otros que indebidamente se crearon en Manabí, como la Junta de Jipijapa y Paján.
Región 4 o central
(Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Pastaza).
Base étnico cultural: puruhá. Esta región, que ha sufrido una fuerte atomización y dependencia de la Capital de la República, no pudo tener un organismo de desarrollo regional, por ello, al establecer el sistema de desconcentración se priorizará una cuidadosa equidad en la distribución institucional en las 4 capitales provinciales. Esta región integra a las 4 provincias en una sola cuenca hidrográfica, la del Pastaza.
Región 5 o Cuenca del río Guayas
(Santa Elena, Guayas, Los Ríos y Bolívar). Base étnico cultural: huancavilca. El personal y equipamiento de lo que fue el CEDEGE o Ministerio del Litoral, puede servir de base precisamente para el Ministerio Coordinador de la Región de la Cuenca del Guayas, cuya sede convendría ubicar en la ciudad de Milagro, que sería también la nueva capital de la Provincia del Guayas.
Región 6 o Centro-sur
(Cañar, Azuay y Morona Santiago).
Base étnico cultural: cañari. Es evidente que la colonización del valle del Upano y de la mayor parte de la provincia de Morona se efectuó desde Azuay y Cañar y bajo el impulso de la comunidad Salesiana. El personal y equipamiento institucional del CREA puede servir de base para el Ministerio Coordinador de la Región Cañari o Centro-sur.
Región 7 o Región Sur
(El Oro, Loja y Zamora Chinchipe).
Base étnico cultural: palta o bracamoros. Como dato histórico es necesario añadir que en 1859 el Gobierno Federal de Loja integró los territorios ecuatorianos de la Gobernación de Yaguarzongo desde Jambelí al Marañón. Lo que fue el mal desaparecido Organismo Regional de Desarrollo Predesur puede servir de base para el Ministerio Coordinador de la Región Sur. Es necesario priorizar los estudios de la vía y ferrocarril interoceánicos: Puerto Bolívar-Loja-Zamora-Cenepa-Santa María de Nieva-Sarameriza. (O)