La organización barrial se destaca en Bosque de Monay II
La organización es evidente en el barrio Bosque II de Monay, ubicado al sureste de la ciudad. Los moradores señalan que gracias a ello se ha conseguido tener un significativo adelanto.
“Tenemos nuestra propia estructura administrativa, los dirigentes trabajan en coordinación con las instituciones para cubrir las necesidades del barrio, por ello ahora el sector es muy apetecido para habitar por las familias”, expresó Aníbal Parra, morador del lugar.
Sin embargo, asegura que aún tienen necesidades, como la falta de mantenimiento a las calles. “Hay muchos baches, llevamos bastante tiempo sin recibir un mantenimiento significativo, el pavimento está muy deteriorado”, manifestó.
La barriada cuenta con un subcentro de salud, que brinda atención diaria a los pacientes. Aquí se les realiza una evaluación para determinar si es necesario trasladarlos a los especialistas.
Maribel Valdiviezo, directora del Subcentro, explicó que alrededor del 85% de enfermos que llegan a este subcentro se va con la medicina y no hay necesidad de un traslado a una casa asistencial. “Este es el primer punto de entrada de los pacientes al sistema público de salud. En los últimos años el número ha ido creciendo, tratamos de resolver la mayor cantidad de casos para descongestionar al Hospital Regional de Cuenca”.
Actualmente el Municipio de Cuenca está realizando adecuaciones en la parte exterior del centro.
El retiro de lavadoras ayudó a mejorar estética del barrio
Las personas del vecindario afirman que este sector era conocido por su alto nivel delictivo y por las lavadoras de vehículos que estaban instaladas en la orilla del río Yanuncay, inconvenientes que, según ellos, se han aliviado, pero no solucionado en su totalidad.
“La construcción de la Unidad de Policía Comunitaria ha provocado una disminución de los robos, pero siempre falta patrullaje, sobre todo en las noches aún se escucha que hay robos”, señaló Cristiana Calle.
La habitante del barrio acotó que gracias al retiro de las lavadoras la contaminación se redujo, pero aún quedan algunas. “Más de 20 años estuvieron las lavadoras aquí, las cuales utilizaban bombas de succión para tomar agua del río y la devolvían contaminada con químicos. Ahora el Municipio las reubicó pero no a todas”.
Martha Salto, propietaria de una de las lavadoras que aún se mantienen en el vecindario, explicó que la reubicación fue realizada solo a las que estaban ubicadas en la orilla del río. “Tenemos todos los papeles en regla, mantenemos un sistema diferente en el uso del agua del que tenían los compañeros que fueron trasladados”.
Salto añadió que gracias a los juegos recreativos que fueron instalados en el lugar donde se realizaba la limpieza de automóviles, varias personas asisten al sitio.
“El negocio no disminuyó gracias a los clientes fijos que teníamos. Ahora con las máquinas para hacer ejercicios el lugar tomó vida”, concluyó.
No se puede hablar de Monay sin nombrar al Seminario Mayor San León Magno, que fue pilar fundamental para el crecimiento del barrio. Es el único del Azuay donde se forman las personas que optan por el sacerdocio. Cada año se tiene un promedio de seis jóvenes que ingresan. Para el clérigo Gerardo Amado, actual rector del seminario, el número es reducido, pero la vocación que muestran es lo más importante. “Se los prepara por ocho años, aunque eso no quiere decir que al finalizar el tiempo ya puedan ser presbíteros, hay que analizar muchos factores más”.
La parroquia eclesiástica Santa Teresa de Monay brinda servicios a la colectividad, con la Casa de la Juventud instalada en el lugar.