Luego de 4 horas de analizar cada uno de los 18 artículos que contempla el proyecto de Ordenanza que regula el uso de espacios públicos en cuanto a la compra, venta, entrega gratuita y consumo de bebidas alcohólicas, fue aprobado ayer por el Concejo Cantonal.

El jueves pasado, con 9 votos en contra y 7 a favor, el pleno no avaló el proyecto por la falta de informes y la sesión fue postergada hasta ayer.

La reunión inició a las 09:00 con la intervención de la concejala, Dora Ordóñez, de la alianza Participa-Igualdad, quien mocionó que inicie el debate con el análisis de cada uno de los artículos. Esto después de mencionar que, como se había solicitado, se adjuntaron varios informes al proyecto, no así a socialización.

El concejal, Xavier Barrera, del movimiento Alianza PAIS, solicitó empezar el análisis, dejando de lado los aspectos políticos.

El artículo 7 fue el de mayor discusión. Este contempla que: “En las fiestas de celebración por la fundación e independencia del cantón Cuenca; en las fiestas de parroquialización y patronales en la zona rural, se podrá otorgar una autorización del GAD cantonal para el expendio y consumo de bebidas alcohólicas en el espacio público previo la presentación de varios requisitos”.

La edil independiente, Ruth Caldas, señaló que se trata de un artículo que hace daño a la ciudad, permitiendo el consumo de licor en los espacios públicos a propósito de cualquier fiesta.

Su propuesta fue que se elimine este acápite y se redacte otro, en el que se mencione que en las fiestas populares se dé un ‘pequeño’ espacio de tiempo para realizar un brindis con alguna bebida tradicional. “Sería al inicio de la actividad, que deberá tener la validación de los planes de contingencia por parte de la Secretaría de Gestión de Riesgos, para tener un brindis con la chicha o el canelazo, pero solo una vez”, dijo.

A decir del edil Iván Granda, es necesario generar un cambio del imaginario social, con respecto a algunos eventos.

Mantener el ‘canelazo’

Norma Illares, concejala independiente, consideró pertinente que este artículo, antes del segundo debate del proyecto, sea analizado con los presidentes de las Juntas Parroquiales del cantón. “Con esta disposición se da a conocer que los GAD parroquiales están a favor del expendio. Ellos fueron claros que se mantenga el ‘canelazo’ como una bebida tradicional dentro de las fiestas parroquiales, pero también dijeron que en los alrededores de los eventos debe existir un riguroso control”.

Barrera señaló que con este enunciado no se busca dañar la identidad cultural de los sectores rurales, sino más bien generar un cambio. “Por ejemplo, si antes se brindaba en la inauguración de un evento con champaña u otro licor, ahora lo podemos hacer con un morocho, rosero o yaguana”, dijo.

El debate, que finalizó a las 13:00, se centró también en los costos que tendría la aplicación de esta ordenanza, las sanciones, el tema de política pública en el territorio para viabilizar la normativa y sobre el organismo encargado de controlar el consumo del licor en los espacios públicos