Veredas con aguas putrefactas, basura en las esquinas, baches, desechos de mariscos y perros abandonados rondando los embutidos y carnes, se observan diariamente en al menos 12 calles céntricas de Machala, que han sido ocupadas por unos 3 mil vendedores de víveres por más de 40 años.

En un recorrido por las avenidas se observó la desorganización de los comerciantes, así como taxis o vehículos particulares que se ingenian para salir del tumulto en medio de tanto transeúnte. Más de la mitad de las calles están ocupadas por los comerciantes.

Los mercaderes invaden las calles Pasaje, Olmedo, Sucre, Páez, Juan Montalvo, 9 de Mayo, Guayas, Boyacá, Kléver Franco y Guabo.  Además, se ve cómo la carne de res cuelga de ganchos de hierro oxidados, junto a charcos de agua pútrida.

Otros productos se venden  cerca de las alcantarillas y durante la noche la basura está por doquier. Las ratas rodean los productos y, en algunos casos, los hijos menores de los vendedores duermen encima de las legumbres. La calle Olmedo ha sido ocupada en su totalidad, los vehículos no pueden cruzar por el lugar, ni en el día ni en la noche.

Ese es el panorama que se vive a diario en varias calles de Machala, a pocos metros de avenidas regeneradas y turísticas de la ciudad.

“Estamos conscientes de que vendemos los productos en medio de la insalubridad y sabemos también que algún día tendremos que dejar las calles. No nos oponemos a la regeneración,  pero antes de eso, (el Municipio)tiene que darnos las garantías necesaria para irnos a trabajar a otro lugar y poder vender nuestros productos”, dijo Efraín Soto, representante de la Federación de Comerciantes Minoristas de Machala.

Él aseveró que “las autoridades deben coordinar con los comerciantes, no con falsos dirigentes que se toman el nombre de los minoristas para impedir que se construya el mercado multifuncional que tanto se busca”.

Y es que en las últimas semanas, el tema se ha tornado polémico por los argumentos de los comerciantes frente a las autoridades municipales. Los primeros desean que se construya un mercado multifuncional y las segundas, reubicarles sin necesidad de que se edifique el centro de abastos.

“El Municipio no tiene presupuesto para levantar un mercado multifuncional. Esa posibilidad no existe. Bajo ninguna condición podemos construir un edificio de 3 o 4 pisos, para que los únicos que vendan sean los de la parte baja”, dijo Fernando Apolo, procurador síndico del cabildo, quien recibió a un grupo de mercaderes que protestaba en los bajos del edificio municipal.

Fernanda Campaña acude al mercado machaleño 2 veces por semana para comprar víveres, porque afirma que allí son más baratos y porque no hay otro lugar dónde conseguir mariscos; sin embargo, comenta que el olor del sitio es insoportable.

“No solo son los vendedores de pescado, sino también los de pollo, carne y chorizos; a ellos también deberían reubicarlos”, dijo.