‘La Convención del 45’, un barrio asentado sobre arcilla
Hoy quedan pocos rastros del barrio de antaño en donde un arroyo de agua conocido como El Molino cruzaba por el sector y en cuyas viviendas existían talleres. La tierra además les permitía a habilidosas manos crear objetos utilitarios y decorativos.
Anteriormente era conocido como el de los ‘olleros’, hoy se denomina barrio ‘La Convención del 45’. Está ubicado al noroccidente de Cuenca y es considerado un barrio tradicional de alfareros, en donde la mayoría de las familias se dedicaban a elaborar ollas, cazuelas, platos, cafeteras, e incluso bacinilla, y es que según Gil Vanegas, quien vivió en el sector y es descendiente de un alfarero, la zona era una mina de arcilla.
La misma descripción realiza ‘El Libro de Cuenca’ (1990) en donde se explica que antiguamente existían minas de arcilla, las mimas que con el crecimiento urbano dejaron de explotarse.
El libro recoge una cita del maestro Carlos Vanegas, padre de Gil, quien señala que “todos los alfareros estaban en San Sebastián y otros acá, en lo que antes decían Tandacatu, lo que ahora es la Convención. Campo era, todo esto... sembríos nada más. Solo la tierra venían a sacar. Porque en este terreno existe la arcilla hasta este momento, la mejor arcilla, casi, de Cuenca”.
Estos mismos recuerdos son los que hoy conserva su hijo Gil, de 67 años: las sementeras de maíz en donde después de la cosecha se hacían grandes huecos para sacar el barro. “Todo era a base de pico y pala”, dijo.
A la avenida de las Américas, la evoca como una zona llena de agujeros de tres a cuatro metros de diámetro, con una profundidad de cinco metros, entre la calle Daniel Alvarado hasta el sector de El Tejar (otro barrio alfarero).
Se trató de una zona, según Gil, de familias como los Segovia, Pacheco, Alvarado y Vanegas que se dedicaban a moldear la arcilla, mientras iban transmitiendo esta habilidad a sus hijos. Por esta destreza, según el libro de Adolfo Parra Moreno, ‘Rostro de los Barrios de Cuenca’, se denominó al sector como de los ‘olleros’, en donde el trabajo de los artesanos iba de viernes a miércoles y los días jueves sacaban sus productos para ser vendidos en lo que hoy es la Plaza Rotary de Cuenca. Este sector de hombres hábiles fue visitado hace 169 años por varios presidente del país como: Vicente Rocafuerte, Jerónimo Carrión, José María Urbina, Vicente Ramón Roca y José Joaquín de Olmedo, quienes en 1845 llegaron a Cuenca para la redacción de la Cuarta Carta Magna de la Nación.
De acuerdo con el escrito de Teodoro Rodríguez Muñoz, ‘La Casa Convención del 45’, presidentes de diferente periodos se reunieron en un pasado e histórico momento de esparcimiento campestre cuencano en la vivienda que hoy es conocida como la ‘Casa del Alfarero’.
Para recordar este acontecimiento a una de las calles se la denominó como ‘Convención del 45’.
Y es, según el libro de Adolfo Parra Moreno, que a raíz de este acontecimiento, y a través de información proporcionada por uno de los presidentes del barrio que se conoce que en 1952, “en vista de que las familias se sentían distanciadas del barrio San Sebastián, resuelven formar un nuevo barrio y en casa de la familia Vanegas, luego de varias deliberaciones acuerdan nominarlo como ‘Barrio Convención del 45’.
Y fue en noviembre de 1993, de acuerdo al escrito, que se establecen los límites del barrio: por el norte la av. De Las Américas; por el sur las calles Gran Colombia y Convención del 45; al este las calles Escultor Ayabaca, Daniel Alvarado y Pasaje Alvarado; y por al oeste la calle Alfonso Andrade. También era un sector utilizado por las personas para ir a la costa vía Cuenca-Molleturo-Naranjal. “Era por este sector que las familias despedían a jóvenes viajeros que se dirigían a la Costa en busca de trabajo”.