Cada año el número de feligreses aumenta. los sacerdotes de la basilica planifican ya solo misas campales
La ‘Churonita’ recibe a sus fieles
Siempre hay una razón para la penitencia que se imponen los feligreses que visitan la Basílica del Cisne, en la provincia de Loja. Llegar al lugar ya sea caminando, en carro o en bicicleta, en el frío o en el calor tiene para ellos una recompensa espiritual.
La Basílica está situada en las alturas del cerro Chayalama, allí se levanta la imponente iglesia donde se venera a la ‘Churonita’ como se conoce a la imagen de la Virgen del Cisne.
La Virgen comenzó a recibir a sus devotos pese al deterioro que, según el padre Carlos Yunga, ha sufrido en los último años. El rector encargado de la parroquia cuenta que hace un año llegó un científico especialista en conservación de imágenes para estudiar los daños que presenta la estatua. La conclusión fue que los daños eran provocados por los cambios bruscos de temperatura; razón por la que se adecuó la urna en que reposa la virgen con vidrios refractarios que mantienen una temperatura estable.
En mayo —como explica el párroco— la afluencia de visitantes ha sido masiva. Personas de distintas provincias de Ecuador, incluso del exterior han llegado para venerar a la imagen.
Los habitantes de El Cisne, en general, son los encargados de arreglar el Santuario en fiestas especiales. Gloria Angamarca sostiene que el arreglo del altar no es muy fácil. Las flores llegan de muchos lugares, unos cercanos y otros un tanto distantes.
Popelinas, claveles, astromelias, flores rojas y blancas, crisoles, entre otras, son las más utilizadas para embellecer el lugar. Son aproximadamente 6 camionetas llenas de flores las que se necesitan para realizar la decoración de coronas, cortinas y demás arreglos para la fiesta, dijo Gloria.
En agosto, comenta Rogelio Macas, un vendedor del lugar, los días de mayor afluencia son los viernes, sábados y domingos.
La gente lleva recuerdos, cuadros, manillas, llaveros, escapularios. Los precios varían entre $ 0,25 y $ 25. Las réplicas en fibra de vidrio de la Virgen de El Cisne bordean los $ 150.
Para la llegada de feligreses por la peregrinación a Loja, la parroquia de El Cisne se prepara desde el 15 de julio. La ayuda de la Policía Nacional, Fuerzas Armadas, Bomberos, Cruz Roja, es necesaria.
En estas fechas se alcanza una presencia de 30 mil a 50 mil personas, sobre todo el 16 de agosto en que se alistan para emprender la caminata.
La caminata hacia Loja consta de 3 etapas: El Cisne–San Pedro de La Bendita; San Pedro de La Bendita-Catamayo y Catamayo–Loja.
Con la salida de la Virgen desde su Basílica queda en el sitio una réplica de la imagen.
Durante la caminata existen diferentes organizaciones como los Gancheros de la corona que custodian a la imagen y su vestimenta.
El Cisne está situado a 74 km de la ciudad de Loja. La iglesia, cuya a construcción es de estilo gótico, data de 1934 y se ubica entre los Cerros Chayalama y Potochuro.
La parroquia, ubicada a 2.240 metros sobre el nivel del mar, tiene 1.628 habitantes; con temperaturas entre los 4°C grados y 25°C.