El feriado de Semana Santa resultó favorable para los operadores turísticos de Cuenca y de Machala.
Miles de personas se desplazaron hasta las playas en El Oro y en el Azuay y se llenaron los hoteles.
“Estamos complacidos por el flujo de visitantes”, dijo Juan Pablo Vanegas, presidente de la Asociación de Hoteleros en Cuenca.

Hasta ayer se había ocupado el 95% de los espacios de alojamiento.
Los viajeros llegaron desde el Guayas, El Oro y Loja, para descansar y también asistir a los actos religiosos que se habían preparado.

“Este año, a diferencia del anterior, aumentó el número porque Cuenca ha obtenido otros títulos y además porque revistas internacionales la han recomendado”, sostuvo Vanegas.
Añadió que la difusión de los programas religiosos llegó hasta otras provincias y eso motivó a los ciudadanos

En la terminal terrestre, desde la noche del jueves, se incrementó la salida y llegada de transportes interprovinciales.

“Desde Cuenca están saliendo muchas personas a Quito y Guayaquil”, dijo Xavier Prieto, gerente de la terminal terrestre.

Isla orense, un destino

Desde ayer, cientos de turistas abarrotaron el muelle cabotaje de Puerto Bolívar. Allí se compran los boletos para dirigirse en una embarcación hasta la playa de Jambelí, el principal balneario de la provincia de El Oro.

Los comuneros esperan recibir a unos 5 mil turistas hasta mañana y para ello se han preparado con anterioridad.  Desde el jueves en la noche, también, se pudo evidenciar gran afluencia de pasajeros en las diferentes estaciones de buses interprovinciales que se asientan en el casco central de Machala.
Ayer, hubo 3 denuncias por el alza de pasajes.

La Agencia Nacional de Tránsito (ANT), de El Oro, adelantó sus operativos de control en las diferentes centrales de buses.

Solo 2 cooperativas no laboraron ayer: Piñas y TAC, que cubren la ruta hasta la parte alta de la provincia de El Oro e incluso realizan viajes a Quito, Guayaquil y Cuenca.

No laboraron

A diferencia de las otras ciudades australes, en Loja, el servicio de transporte no estuvo operativo.
Todos los años, los conductores descansan el Viernes Santo y los ciudadanos que buscaron salir al Valle de Vilcabamba, Quinara o Catamayo, debieron movilizarse en carros propios.

Algunos turistas arrendaron furgonetas particulares para sus traslados y otros prefirieron esperar hasta hoy.