Planeta Azul es un proyecto turístico situado en la provincia del Azuay y que tiene como meta recibir cada año a más de doscientos mil visitantes, entre  nacionales e internacionales.

Se constituye en uno de los atractivos más importantes de la región y de mayor afluencia turística.
Este lugar está ubicado en el km 11 ½, en la vía Cuenca-Gualaceo y se asienta en 3 hectáreas de terreno con una panorámica paisajística única del sector. 

Toda la infraestructura conformada por toboganes, juegos y otros  es de producción nacional e importada exclusivamente para los niños, jóvenes y adultos.   

El parque está considerado como uno de los más grandes de Latinoamérica.                
Se encuentra rodeado de establecimientos que ofrecen artesanías, gastronomía local,  calzado, un orquideario y otros que son el centro de atención de  turistas.

Los visitantes locales provienen especialmente de los cantones Chordeleg y Sígsig,  que gozan de un clima templado en la mayor parte del año.   

Para llegar  al parque acuático existe una vía de primer orden. Se lo  puede hacer en transporte intercantonal, tomando desde la terminal terrestre o en vehículo particular por la autopista Cuenca Azogues, hasta el sector de El Descanso, pasando por el puente Europa y llegando hasta el sector de Bullcay.

Si los viajeros vienen desde el norte del país, deben llegar a la ciudad de Azogues, ir por la autopista hasta El Descanso y de allí, hasta el sector de  Bullcay.

En el parque existen toboganes abiertos y cerrados de gran velocidad.  
Además cuenta con el denominado río salvaje, una piscina de rélax que cuenta con jacuzzi y otras áreas para el entretenimiento de los que asisten.      

Del mismo modo, cuenta con un río lento que tiene “dinosaurios”, sonidos y efectos especiales.
Asimismo, contiene un mágico castillo por donde los bañistas se deslizan.  

En este lugar también se ha edificado un patio de comidas.    
 Prioridad de este lugar es la protección del medio ambiente.  

“Con esa convicción aplicamos un sistema de reciclaje y de separación de residuos generados para reducir al máximo cualquier impacto a la naturaleza”, señaló su propietaria,  Marisabel Pérez.