El prefecto de Azuay, Paúl Carrasco, deslindó ayer responsabilidades por la situación en Abdón Calderón, una zona disputada con la provincia del Guayas. La semana pasada se registraron  enfrentamientos en el recinto entre los habitantes y personal de la Prefectura del Guayas y el Municipio de Balao.

Carrasco indicó que existe una “clara tendencia” de un sector del movimiento Alianza PAIS de promover  enfrentamientos. “Es decir la lista 35 de acá (Azuay) y la lista 35 de allá (Guayas) promoviendo el enfrentamiento con la opción clara de que no se cierren los límites”, explicó Carrasco, quien mantiene una línea de oposición al Gobierno Nacional.

Este diario intentó contactarse con la viceprefecta del Guayas y militante de Alianza PAIS, Mónica Becerra, pero se encontraba ocupada. El Prefecto de Guayas, Jimmy Jairala, por su parte, no se ha referido al tema.

Según Carrasco, la Prefectura ratificó su voluntad de continuar en el proceso de acuerdos para solucionar las indefiniciones de límites entre Guayas y Azuay, a pesar de un supuesto incumplimiento por parte de autoridades guayasenses de no intervenir en las zonas de conflicto.

Agregó que hasta el momento la consulta popular es el único acuerdo que existe entre ambas autoridades, para lo que es necesario definir cuál sería la línea limítrofe. Hace más de un mes Carrasco se reunió con su similar del Guayas, Jimmy Jairala, y en esa ocasión se acordó convocar a un plebiscito de pertenencia.

Envío de nuevo contingente

En un comunicado emitido por el Ministerio del Interior se informó que luego de los últimos incidentes se destinó un contingente de 30 miembros del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) para garantizar la seguridad de los moradores.

El coronel Pablo Ramírez, jefe de Operaciones en Azuay, indicó que apenas se conoció sobre el percance se envió al personal para evitar nuevos altercados. “En horas de la tarde llegó a la comunidad un equipo con 10 miembros del GIR del Guayas, posteriormente llegaron 10 más de El Oro y finalmente 10 más de Azuay”, dijo el uniformado.

El oficial indicó que al mando de los 30 equipos del GIR, que permanecerán en el sector hasta que el problema se solucione, se encuentra un oficial superior.

Este funcionario se reunió con los diferentes representantes de las comunidades para evitar posibles roces entre ciudadanos.

Según Víctor Bueno, dirigente de Abdón Calderón, hasta la tarde de ayer únicamente un policía se encontraba en el sector. “Hay sujetos de alta peligrosidad que están entrando a las casas y amenazando de muerte”, denunció el morador.