En Machala, los dueños de vehículos y motocicletas tienen problemas desde hace varias semanas para llenar sus tanques con combustible.

La escasez de los derivados del petróleo tiene aproximadamente un mes, pero entre martes y miércoles se agudizó en esta ciudad.

Durante la mañana de ayer, en los exteriores de las gasolineras, se forman largas filas de vehículos que buscaban abastecerse.

Van de un sitio a otro y la respuesta es la misma: no hay gasolina y tampoco diésel. Los mismos despachadores de estos productos reconocen el problema, pero son cautos a la hora de hablar.

En la estación de servicio Mobil, del barrio González Rubio, en la vía a Puerto Bolívar (entre las más concurridas por los conductores), uno de los vendedores dijo que desde hace 30 días están enfrentando problemas para que les lleguen los tanqueros.

El empleado añadió que el poco combustible que logran comprar no les dura y se termina pocas horas después del mediodía.

Lo mismo pasa en otros negocios similares, como la estación Petróleos y Servicios, del Sindicato de Choferes Profesionales de El Oro (la que abastece a los transportistas y a pesqueros de Puerto Bolívar).

César Mejía, representante de estas gasolineras, reconoció que el mes pasado hubo problemas en los despachos a los usuarios.

Expresó que el conflicto se originó debido a que Petrocomercial está exigiendo nuevos documentos habilitantes en los cuales se han añadido requisitos.

En las estaciones de servicio del Sindicato de Choferes Profesionales de El Oro, ubicadas en el sitio conocido como la “Y” de El Cambio y en Puerto Bolívar, también se reportaron problemas en sus bombas.

Fenómeno similar en mayo

César Bravo, responsable de la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH), manifestó la posibilidad de que la escasez obedezca a un fenómeno de fuga de combustible de forma ilícita por la frontera. Una situación similar ya se vivió en mayo.

Explicó que los presuntos contrabandistas, al no poder adquirir combustible en las fronterizas poblaciones de Santa Rosa, Arenillas y Huaquillas, se mueven a Machala. “Las estaciones de servicio que están en las afueras de la capital orense están absorbiendo un mercado informal”, dijo.

En los cantones  Arenillas y Huaquillas los problemas de escasez se atribuyen a los contrabandistas que venden los carburantes de forma ilegal y rústica.

Hasta en $ 2,50 se comercializan en botellas de vidrio los derivados del petróleo. En estos cantones ubicados en la frontera existen 14 gasolineras para 14 mil vehículos, sin embargo las bombas pasan desabastecidas la mayor parte del tiempo.

El Gobierno, mediante operativos realizados por la Policía, en coordinación con el Ejército, decomisa enormes cantidades de gasolina, diésel y cilindros de gas. Inclusive se han dado enfrentamientos armados con los contrabandistas.

Otra medida que adoptó el régimen fue la compra de las estaciones de servicio en las provincias cercanas a las fronteras. Estos sitios de abastecimiento de combustible fueron declarados de utilidad pública.