La publicación en la red social Facebook de una foto en la que aparecen varias personas mostrando el cadáver de un cóndor en la provincia austral, desató la indignación de los azuayos, pero al mismo tiempo el inicio de una investigación por parte de la Fiscalía y el Ministerio del Ambiente.    

Este diario, en su edición del 15 de abril, presentó un amplio reportaje sobre el avistamiento de una familia de estas aves.

Los ambientalistas Fausto Cardoso y Gustavo Landívar, quienes los vienen observando desde hace varios meses, identificaron a un macho, una hembra y la cría de estos.

Hasta el cierre de esta edición no se pudo confirmar si se trata de uno de estos tres animales o si la gráfica corresponde a otro sitio.

Estéfano Torracchi, director provincial del Medio Ambiente, manifestó que ya se encuentran realizando las indagaciones respectivas.

“La fotografía es real. El cóndor que se ve ahí debe estar muerto. Lo que estamos investigando es cuándo sucedió. Hay versiones extraoficiales que nos han llegado explicando que se lo  encontró sin vida, lo cual no podemos saber con certeza”. sostuvo.

Agregó que es muy complicado capturar un ave de esa magnitud sin un arma.
“Ya se encuentra  un equipo especializado en el lugar; ellos darán a conocer los pormenores de este acto”, comentó.

El funcionario  dijo que la ministra del Ambiente, Lorena Tapia, ya conoce del caso y solicitó que hoy se le presente un informe  para conocer de manera oficial cómo se dio la muerte de este animal.

Cardoso, quien realizó el seguimiento a estas especies en peligro de extinción,   manifestó que el lugar donde aparentemente fue encontrada el ave no corresponde al que ellos tienen registrado.

“Ventajosamente no es el mismo sitio, pero estas aves fácilmente recorren 200 kilómetros en un día. Podría tratarse de uno de los que hemos estado monitoreando. Por lo que  puedo observar es un cóndor hembra, joven, que no debería tener más de cuatro años. Me enteré por las redes sociales de lo sucedido. Ahora tendrán que investigar las instancias competentes”, aseveró.

Él  y  Landívar son los únicos que saben el sitio donde viviría esa familia que incluye a un pequeño de 16 meses.

El lugar  no se ha difundido para evitar que sean cazados.

“El cóndor habita generalmente en espacios de muy complicados  accesos para las personas, ya que son sitios escabrosos y con grandes precipicios,  por lo que se necesita adiestramiento especial para ingresar a los mismos”, dijo  Cardoso.

Recordó que al ser carroñeros son indispensables para el ecosistema del páramo.
“A pesar de su tamaño no es un animal peligroso, ni para el ser  humano, ni para el ganado”, afirmó.

En el año de investigación, los científicos pudieron ver cómo uno de ellos fue creciendo hasta alcanzar el primer vuelo.

Este cóndor bebé fue visto en una pared de la montaña de muy difícil  acceso, sin embargo su padre y su madre solían alejarse del lugar en busca de alimentos a partes distantes.    
Hoy a las 16:00 se dará a conocer una versión oficial sobre los hechos.