Debido a las intensas lluvias caídas en los últimos días en Machala, algunas escuelas están inundadas.

Uno de los establecimientos es la Celia Palacios Ordóñez, ubicado en el barrio 10 de Septiembre, en el norte de la capital orense.

Allí el patio, comedor y algunas aulas quedaron bajo el agua provocando malestar en los maestros que aún acuden al centro educativo.

A los 228 estudiantes de la institución, actualmente, no les afecta ya que desde la semana pasada salieron de vacaciones.

Sin embargo, la directora del plantel, Silvia Coello, expresó que los problemas se dan desde que inició el invierno en diciembre del año pasado.

Hasta ayer, la escuela aún estaba con el agua estancada. Un pozo séptico y las tuberías de agua potable también colapsaron.

“No podemos usar nada. Los baños y el lavamanos están inutilizados, porque está deteriorado el sistema de alcantarillado”, dijo la directora.

Agregó que presentaron una solicitud a la empresa TripleOro CEM, para que haga la limpieza, pero todavía no recibe una respuesta favorable.

Así como este local, otras instituciones también sufren los efectos de las lluvias, como la escuela Sosena Barrezueta, en el norte de la ciudad. Las autoridades del plantel señalaron que si las lluvias continúan, sería imposible iniciar las clases en mayo.

En la parte alta de la provincia, existen instituciones educativas que también están afectadas.

En algunos casos tienen problemas en su infraestructura, pero en otros el dilema es que no se puede llegar porque las vías de acceso están obstruidas por los deslaves.

Aludes en dos cantones
En el altiplano orense, los chubascos son constantes y han provocado deslaves que obstruyeron momentáneamente las vías.

En el cantón Atahualpa hubo deslizamientos de tierra, en el cerro de la parroquia San José. Allí una decena de familias corre el riesgo de que sus casas sean sepultadas.

Asimismo, el colapso de una alcantarilla en la parroquia Cordoncitos, del mismo cantón, se llevó la mitad de la carretera.

Hasta ese lugar llegaron autoridades para analizar la situación y darle una solución inmediata con el fin de que los vehículos puedan circular.

Mientras que, en Portovelo los familiares limpiaban hasta ayer las tumbas de sus seres queridos, luego de que el lunes quedaron llenas de lodo por los aludes.

En el mismo sitio, las familias aseguraron que aún no tienen agua potable, pese a que ya se arregló el daño en la rotura.

La escuela Celia Palacios Ordóñez se encuentra asentada por debajo de la línea de la vía principal asfaltada, por lo que sus directivos aseguran que cada invierno se inunda.

Según Coello, ya han enviado varios comunicados a la Dirección Distrital de Educación para que la edificación entre este año en el plan construcción de obras. Pero no solo es el plantel el castigado por las lluvias, también los barrios que no están asfaltados. En el norte de la ciudad, en el sector Sauces, las familias tienen que salir de sus hogares sin zapatos, ya que por el lodo no pueden transitar normalmente.