El proyecto de ordenanza dirigido a controlar el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública podría entrar en vigencia desde septiembre de este año.

El anuncio de implementar la norma preocupa a los padres de familia, por las sanciones económicas que se les podría aplicar a sus hijos en caso de encontrarlos libando en las calles, veredas o parques.

El borrador, que fue entregado por el alcalde, Paúl Granda, la semana pasada para que la Comisión de Seguridad lo  analice y lo ponga en discusión en el Concejo Cantonal,  señala que, en  caso de que los infractores sean  menores de edad, las sanciones se enmarcarían en trabajos comunitarios y charlas socioeducativas.

Jorge Loaiza, padre de familia, sostuvo que si las multas llegan a la mitad del sueldo básico,  su hijo deberá asumir la responsabilidad.

“Él  tiene 22 años, es estudiante y no trabaja, sin embargo, en el caso de encontrarse libando en la vía pública, lamentablemente tendrá que realizar trabajos comunitarios o deberá ser detenido hasta que aprenda a ser responsable, ya que de mi bolsillo no saldrá un centavo”.

De igual manera, Mario Picón comentó que el valor de las sanciones podría convertirse en “un abuso por parte de las autoridades”.

Agregó que “lamentablemente son mayores de edad y saben lo  que están haciendo”.
“Si deben ser detenidos para que aprendan a ser responsables, que las autoridades competentes lo hagan, en caso contrario, que busquen otra manera de aplicar la sanción”.
Otros padres de familia admiten que el pago de la multa tendrá que salir de sus bolsillos, ya que sus hijos no trabajan.

Para los próximos días está previsto que entre en su primera fase de socialización la ordenanza presentada por la  Alcaldía, en la que se pretende regular la venta de bebidas alcohólicas en los espacios públicos.

Wilson Muñoz, presidente de la Comisión de Seguridad y Convivencia Ciudadana, indicó que en primera instancia se encuentran realizando un análisis  de la normativa constitucional, leyes de pertinencia y códigos de salud, para tomarlos como base a la hora de redactar la ordenanza.

“Es el momento de tomar acciones para controlar el abuso de alcohol en las calles. Este es un mal que se está tomando la ciudad”, expresó Muñoz.

El proyecto de ordenanza plantea sancionar el abuso irracional del consumo de alcohol y drogas, conducir en estado etílico, controlar actos violentos suscitados en  espacios públicos y la venta irresponsable por parte de las negocios.

De igual manera,  contempla diversos procedimientos, como la conformación del equipo encargado de  sancionar a las personas que sean encontradas libando en la vía pública, el valor de la sanción pecuniaria -que en primera instancia se consideraba la mitad de un salario básico-  y las agendas de trabajo previstas para la regulación.

Opiniones divididas

“Los fines de semana, mis amigos y yo nos reunimos a tomar de 6 a 8 cervezas en el parque del barrio. Nunca hemos hecho espectáculos ni causado problemas”, manifestó Cristian A., morador de la ciudadela de la Policía.

Considera que las sanciones deberían aplicarse a las personas que visitan barrios ajenos y causan inconvenientes con los moradores.

Además, indicó que por su condición de estudiante no recibe un salario. “Supongo que mis padres serán los que tengan que pagar mis multas”.
Otro de los objetivos de la ordenanza es prevenir el consumo de licor adulterado.

Según la Comisaría de Salud Pública, en un año, cerca de 300 locales fueron clausurados por no presentar registro sanitario los productos que venden.  
Alexandra P., habitante del sector  Remigio Crespo, expresó que al fin las autoridades ponen en marcha planes de regulación para sancionar a aquellas personas que de manera arbitraria han convertido los espacios públicos en cantinas.

“Los parques fueron construidos como espacios de diversión, no como sitios a donde lleguen vehículos con música en alto volumen y bulla”.