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El Uzhcurrumi, un encanto escondido
Ubicado a 25 minutos del cantón Pasaje, en la vía Machala-Cuenca, ingresando por el acceso a Chilla a la altura de Quera, se encuentra Uzhcurrimi, un poblado preincaico que posee hermosos paisajes, propicio para realizar deportes extremos.
Mientras uno se dirige a este poblado, se vive la aventura: inmensas rocas acompañan el camino y se puede distinguir diversos sitios donde se evidencian vestigios arqueológicos con miles de años de antigüedad.
Así lo cuenta Diego Orellana, quien es aficionado a los deportes de aventura y a la adrenalina; él descendió por la cascada Chonta-Hurco, ubicada en plena vía al cantón Chilla. Fueron 80 metros de altura los que descendió mientras sus compañeros le daban todas las medidas de seguridad. Este deporte se denomina canyoning, los turistas y amantes de la adrenalina pueden practicarlo con todas las normas de seguridad.
Orellana, aparte de ser practicante de este deporte extremo, es guía de turismo del Municipio de Pasaje, por ello es conocedor de los ríos y cascadas que posee Uzhcurrumi, ubicado en los límites entre la provincia de Azuay y El Oro.
“Llevo 7 años en este deporte, me encanta porque uno puede ver desde arriba el hermoso paisaje que tenemos en cada rincón de Pasaje. Son sitios muy poco conocidos pero propicios para el deporte que practicamos”, dijo el joven deportista.
Durante el recorrido se puede observar un encajonamiento natural o cañón de aproximadamente 50 metros de longitud, resguardado por paredes de roca sólida con presencia de arbustos a lo largo del río Jubones. Este cuerpo de agua posee un ancho de entre 5 a 6 metros, y las características adecuadas para el deporte de navegación.
Las aguas presentan espuma producida por la fuerza de la corriente al impactar con las piedras. Este efecto es más fácil de apreciar desde las inmensas rocas que se encuentran en el lugar. El atractivo se enclava dentro de un paisaje de bosque donde la neblina predomina y aun así mantiene una temperatura promedio entre 18 °C y 19 °C.
Carla Chuchuca es residente del lugar y cuidadora de la cascada Chonta-Hurco, ella explicó que hay lugares hermosos y que pueden ser explotados turísticamente, pero que por falta de difusión no son conocidos por quienes visitan estos sectores.
“En la cascada hace falta tener una especie de laguna para que la gente se bañe”, dijo la comunera. Ella asegura que los ríos y cerros son los atractivos turísticos que incentivan las actividades deportivas de aventura.
Un lugar destinado para los católicos
Y es que este rincón del cantón Pasaje es también conocido por la supuesta aparición de la imagen de la Virgen del Cisne en una roca. Según los pobladores, hace 4 años surgió la silueta de la Virgen, hechoque ha llamado la atención de los creyentes, quienes acuden masivamente a venerarla, no solo los fines de semana sino en cualquier día y de diferentes partes de la provincia de El Oro, incluso de otras regiones del Ecuador, que llegan por los supuestos milagros que concede la Virgen a sus devotos.
Leonardo Sánchez, quien vive en el centro de Uzhcurrumi, explicó que un amigo le comunicó sobre el lugar, por lo tanto acudió al sitio en busca de medicina, por cuanto los médicos, en ese entonces, le habían descartado toda posibilidad de recuperarse de un daño en su médula y, por consiguiente, en su columna vertebral, debido a que sufrió un accidente ocurrido hace 17 años.
Pese a que ya tenía perdidas sus esperanzas, decidió ir en 2010, en busca del milagro y encontrar la medicina que lo cure para poder seguir trabajando. Cuando llegó a ver la extraña figura que semeja la sombra de la Virgen del Cisne, según él, sintió que su cuerpo se llenó de una fuerza diferente; luego de persignarse y rezar, sintió la necesidad de darse un baño en las aguas de esa vertiente natural.
“Sentí que mis piernas se movían”, dijo el hombre. Continuaba escéptico, creía que era solo una casualidad hasta que, con el transcurrir del tiempo, sus piernas fueron adquiriendo movilidad, lo cual atribuye a un milagro de la Virgen.
Un pueblo rico y lleno en arqueología
Este pequeño poblado es conocido también como la ‘Ciudad Perdida’ asentamiento que podría corresponder a las culturas Cañari, Valdivia o Machalilla. Dos años atrás este espacio fue estudiado por arqueólogos, sin embargo, aún no existen resultados concluyentes; los estudios continúan.
Los más de 600 habitantes que viven en la parroquia Uzhcurrumi están dedicados a la agricultura y ganadería, ellos están rodeados de varios restos arqueológicos, posiblemente de culturas que se asentaron en el lugar 800 años a. C., por ello es importante proteger estos vestigios que pueden ser muy útiles para el país.
Abraham Sánchez, un agricultor del sector, recuerda que en el 2010, cuando se encontraba preparando el terreno, se dio cuenta de la presencia de extrañas estructuras de piedra en el sitio.
“Eran piedras gigantes que al unirse formaban cuevas y techos, además de rocas talladas que formaban una silla”, dijo el habitante de ese sector.
Se presume que el sitio era un antiguo templo de los cañaris, antiguos pobladores del territorio de las provincias de Azuay y de Cañar, aunque según investigaciones arqueológicas también se han encontrado pruebas de la presencia de este grupo en otras provincias del Ecuador como Chimborazo, Loja, Morona Santiago y El Oro.
Jorge Lossa, funcionario del departamento de turismo del cabildo pasajeño, explica que aún no hay un estudio arqueológico profundo para descubrir y explicar el origen de las piezas encontradas entre los matorrales de Uzhcurrumi.
Lo que sí se puede apreciar son las rocas gigantes que están sobrepuestas y forman un muro, que a la vez sirve de base para lo que pareciera haber sido un lugar de vigilancia. En el centro se aprecia un agujero del que parte un canal. Por todo esto, los habitantes piden que el lugar sea promocionado turísticamente.