La ciudadana Lucía Serrano ya no recuerda cuántos años han pasado desde que el seminario San Luis fue afectado por un incendio; sin embargo, recuerda la noche en que las llamas consumieron parte del edificio patrimonial. Hoy recorre el Centro Histórico de Cuenca y al cruzar por las calles Bolívar y Benigno Malo, observa que la fachada de la estructura luce renovada. Desconoce si aún quedan las secuelas del siniestro ocurrido el 15 de agosto de 2012, o si el interior también ha sido recuperado.

Falta un mes para que se cumplan 2 años del incidente y según monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Cuenca, durante este tiempo se ha logrado una primera fase de recuperación de este espacio, financiada directamente por la Curia.  “Hemos ido avanzando poco a poco. Hasta el momento hemos logrado terminar una de las 2 áreas que comprende el seminario”, dijo.

La inversión, de acuerdo con el Arzobispo, hasta la actualidad alcanza los $ 280 mil que han sido obtenidos por concepto de arriendos de los locales que se encuentran en la planta baja del seminario.
Cabrera explicó que la cubierta ha sido cambiada totalmente igual que los pisos de madera. En el espacio intervenido funcionan Radio Católica y los salones de la pastoral, en donde se desarrollan actividades propias de la Curia.

El seminario esta dividido en 2 patios: uno destinado a la Curia, que ya luce recuperado y el otro, que será destinado a eventos culturales y cuya rehabilitación aún esta pendiente. “Pienso que para adecuar esta área se necesitará invertir una cantidad parecida. Esperemos que en un año y medio o 2 se pueda utilizar también este espacio”, dijo.

En 2010 se realizó un levantamiento de información de todo el seminario bajo la coordinación del arquitecto Fausto Cardoso, con respaldo del Municipio y la Arquidiócesis. Cardoso explicó que los estudios se hicieron con el fin de ejecutar una intervención inmediata en el espacio para evitar que este se desplome debido a que presentaba graves problemas en las estructuras, aparentemente porque las intervenciones no fueron bien realizadas.

“Entonces actuamos para devolver la eficiencia como edificación y estructura. Y planteamos un sistema de usos”, mencionó el arquitecto, acotando que el patio posterior fue planificado para uso pastoral y el patio delantero al servicio ciudadano. En este último, de acuerdo con el estudio, se implementaría un auditorio en la sala principal, una biblioteca de la Curia, un archivo histórico, además de una cafetería y locales comerciales.

La edificación, según historiadores, data de 1890 y en sus espacios funcionaban las escuelas Arzobispo Serrano,  Elena Moscoso y el colegio Miguel Cordero.

Como el edificio es un bien privado, su mantenimiento ha estado a cargo de la Arquidiócesis cuencana. La única inversión pública para la restauración, luego de que las llamas consumieran alrededor del 40% de sus instalaciones, provino del programa de recuperación del Ministerio de Cultura y Patrimonio, que designó $ 144.852.

Estos fondos emergentes sirvieron para la limpieza general de escombros, apuntalamiento de zonas más afectadas y la dotación de una cubierta metálica provisional para evitar que continúe el deterioro en el bien.