El 28 de julio se posesionará el nuevo Gobierno del Perú y será necesario retomar los gabinetes binacionales, esta vez con una perspectiva de cambio y relanzamiento de un proceso que con el Acuerdo de Paz suscrito hace ya 18 años debió servir para compensar con inversiones de infraestructura para el desarrollo a una macrorregión fronteriza que pagó con su aislamiento de más un siglo el más alto precio de un diferendo de mapas entre dos pueblos hermanos que necesitan con su hermanamiento comenzar a ser verdaderamente amazónicos. En el último Gabinete Binacional efectuado en Jaén de Bracamoros en diciembre 2015 ya se sentaron las bases para una nueva relación entre ambos países que se cimente en el objetivo prioritario de fomentar la prosperidad complementaria a ambos lados de la frontera. Hasta aquí la paz había significado evidentes avances en la relación y complementariedad de ambos países considerados en su conjunto administrado desde sus respectivos centros metropolitanos. El comercio, por ejemplo, se multiplico por más de 10 veces; es decir, pasamos de los $ 200 millones anuales a cerca de $ 3.000 millones, pero cuyo contenido es fundamentalmente derivados del petróleo manejados desde los centros de poder y en un bajísimo porcentaje de la periferia fronteriza, donde se continúa acarreando a escondidas pequeños contrabanditos de los que deriva la subsistencia de un alto porcentaje de la población.

Todos sabemos que el Acuerdo de Paz debió servir prioritariamente para inversiones que hagan posible, la integración y el desarrollo sustentable de la macro región fronteriza que teniendo un ancestro común había sido artificialmente parcelada y convertida en un enclave sucesivo, con una débil infraestructura de comunicación y con una insignificante atracción de inversiones productivas. En un comienzo se habló de una inversión inmediata de $ 3.000 millones en infraestructura de producción, que luego se dijo que esa inversión sería en 10 años y luego en 15, para luego proclamar que en la región fronteriza binacional se habría ya invertido el triple de lo anunciado. La gran tarea de ahora es invertir en los grandes proyectos fronterizos los recursos que se debieron dejar de gastar en un equilibrio bélico innecesario entre 2 países hermanos que como lo expresé en Lima cuando se inauguró la Avenida Ecuador “recién comenzarán a ser amazónicos con una paz convertida en instrumento de desarrollo”.

Proyectos prioritarios para el desarrollo de la región sur (zona 7, El Oro, Loja y Zamora)

Frente a la compleja problemática que enfrenta la Región Sur del Ecuador, no podría jamás pretenderse que los planes y proyectos que aquí se mencionan sean los únicos, sin embargo, he creído necesario mencionar en forma breve aspectos fundamentales de proyectos que se consideran geopolíticamente prioritarios y que trascienden la obra municipal de servicios públicos básicos, que con o sin acuerdo de paz, ambos países deben indefectiblemente atender.

1.- Vía Interoceánica del Yaguarzongo: Puerto Bolívar, Loja, Zamora, Cenepa, Santa María de Nieva, Sarameriza que es el puerto más occidental para alta navegación intermodal en la red hidrográfica del Amazonas que “por donde los Andes se agachan” conecta la Cuenca del Pacífico con el corazón del continente y su importante costa Atlántica que hoy solo es servida por el Canal de Panamá y dando la vuelta a todo el perfil del Continente. Ventajosamente logró introducirse en el Art. 21 del Acuerdo Amplio suscrito con el Perú y los garantes del proceso de Paz, la frase : “u otra alternativa” ya que entonces se señalaba a la vía Méndez Morona como el Eje vial 5 o eje interoceánico, que por la falta de navegabilidad de estos afluentes del Amazonas obligaría a construir una muy costosa vía o viaducto sobre el valle del Santiago o del Morona que sería una verdadero “ecocidio” como lo definió nuestro Presidente muy acertadamente en Jaén. A la geografía ni a la historia es posible modificarlas por decreto y por ello acéptese o no la terca realidad, la Vía Interoceánica del Yaguarzongo es la más corta, la menos costosa y la de menor dificultad de construcción para intercomunicar, las cuencas del Pacífico o del Amazonas, con el corazón del Continente que algunas potencias lo quisieran intocado para que produzca el oxígeno que ellos se empeñan en contaminar.

2.- Conclusión de las obras de articulación de la región sur del Ecuador con la región norte del Perú. Una de las limitantes para el desarrollo de la Región Sur del Ecuador es aun su aislamiento tanto respecto de los mercados nacionales como internacionales. De los 5 ejes viales interfronterizos solo 2 (l 1 y el 3) están relativamente terminados aun cuando en ser ampliados y mejorados. El Eje Vial 2 (Diagonal de la Costa) que disminuye en cerca de 150 kilómetros el recorrido del Eje Vial 1, le falta la construcción del Centro Binacional de Frontera (Cedaf) y el mejoramiento por parte del Perú del Tramo de Lancones a Querecotillo. En el Eje Vial 4 se debe reconocer que el Perú ha cumplido hasta el punto de frontera pero a Ecuador le resta cerca de un 50% de la obra sin tomar en cuenta la ampliación y reparación del tramo Loja-Vilcabamba.

Como queda expresado en el punto 1, el Eje Vial 5 resta un acuerdo definitivo entre ambos países para realizar los estudios de rectificación y ampliación, así como la construcción en el Perú del Puente sobre el Marañón en Sta. María Nieva y la construcción de la vía desde Nieva al Municipio Distrital del Cenepa: Huampami. Asunto que, como lo anunció el Ministro Peruano de Obras Públicas, está ya en licitación para ejecución y desde Huampami en el Cenepa al paso fronterizo en la Cordillera del Cóndor restaría solo algo más de cincuenta kilómetros, en un valle drenado como es del Cenepa en contraste con lo sucede en los valles del Santiago o el Morona.

Nos corresponde gestionar entonces, que efectivamente, de acuerdo a la alternancia establecida se pueda efectuar en Loja el próximo gabinete binacional en el cuarto trimestre del 2016 al celebrarse ya los 18 años del Acuerdo de Paz, es decir su mayoría de edad. (O)