María del Rosario Pesantes, de 68 años, y Ruth Medina, de 50, son dos habitantes de El Pangui, en la provincia de Zamora Chinchipe,   que mantienen a sus familias con lo que generan   sus respectivos negocios.  

La primera es dueña de una modesta tienda de abarrotes y la otra de un gabinete de belleza, en donde ofrece varios servicios estéticos.

Ambos, así como la mayoría de los 364 locales comerciales autorizados por el Municipio, están en  la avenida Jorge Mosquera, la principal vía que divide el cantón, cuya calzada es de adoquines recubiertos de polvo.

 Al igual que otros ciudadanos  no tienen muy claro lo que se   construye  “allá adentro”, como denominan los panguenses al trabajo que efectúa  Ecuacorrientes Sociedad Anónima (ECSA), en la Cordillera del Cóndor.  Solo saben que hay una “obra minera” y que  generará recursos para su ciudad y la región.

La tendera es partidaria, -con esos fondos-, de la construcción de una terminal terrestre que    facilite el traslado de sus coterráneos a las otras ciudades o provincias.

La peluquera, en cambio, considera urgente  edificar un centro hospitalario a fin de mejorar la cobertura de salud y atender las emergencias de la población.

Como estos requerimientos de los pobladores, hay otros para esta pequeña ciudad de 631,05 kilómetros cuadrados.

El Pangui con 8.619 habitantes será el cantón que más beneficios obtendrá por las operaciones de extracción de aproximadamente 3 millones de toneladas de cobre que realizará la compañía en los próximos 25 años.

Ya se han ejecutado varias obras por   3 millones de dólares, como la instalación del alumbrado a la entrada y   salida de la ciudad, también  el arreglo de los parterres y las veredas. 

Adicionalmente, a pocos kilómetros, se edifica un puente de concreto que une a la población de Chuchumbletza con la parroquia Tundayme, donde está instalado el campamento Mirador, de ECSA.

El costo de este viaducto  no fue revelado por los funcionarios de la compañía.

Estos trabajos se realizaron con los primeros  40 millones de dólares que entregó Ecuacorrientes como anticipo de las regalías. “Están en camino otros  18 millones de dólares a favor del cantón de  30 millones de dólares que   depositará la empresa en los próximos días”, afirmó el alcalde Luis Portilla.

La ciudad se levanta en un amplio   valle rodeado de  montañas, de entre 500 y 600 metros de altura, pintadas por el verdor de árboles que miden 30 metros de alto cada uno.

Las viviendas y edificaciones de una  y tres plantas ocupan un ancho aproximado a las cinco cuadras. Las vías, excepto la principal, no están totalmente pavimentadas.

El agua potable no es escasa y el fluido  eléctrico es regular, de acuerdo a habitantes consultados.
Portilla explicó que los cerca de  60 millones de dólares  no llegan directo a las arcas municipales.

Señaló que el Cabildo debe presentar los proyectos a Ecuador Estratégico y al Banco del Estado, entidades que   deben aprobarlos  antes de concretar los desembolsos.

Empero, la Municipalidad ya tiene una lista de obras que  levantará,  que van desde un centro de salud categoría B, escuelas para las tres cabeceras parroquiales, la Unidad del Milenio con capacidad para 1.260 estudiantes y un moderno sistema de agua potable y alcantarillado.

A lo que se ha agregado  el pedido de Pesantes de edificar una central de pasajeros de buses.
El titular del Cabildo considera que el cambio en la ciudad con los recursos provenientes de la explotación de cobre  se verá   en los próximos dos años.

Cuatro proyectos

Ecuacorrientes trabaja en cuatro proyectos mineros: dos en Zamora Chinchipe (Mirador y Mirador Norte) y dos más en Morona Santiago (San Carlos y Panantza).

De los cuales, según el geólogo de la empresa Juan León,  el más importante es Mirador porque existe un potencial comprobado de 530 millones de toneladas de roca mineralizada con un 5% de cobre. Es decir lo suficiente como para obtener 3 millones de toneladas de cobre.

Para obtener esta cifra fue necesario hacer un barrido en el que participaron 10 geólogos, junto con 6 personas más cada uno, en un área de   aproximadamente   200.000 hectáreas.

Los técnicos tomaron muestras de sedimentos de alrededor de  250 pozuelos cavados entre 80 centímetros y un metro. Este material fue enviado a laboratorios certificados de Canadá para comprobar la cantidad de cobre que existe  en la tierra. “En  Mirador Norte también hay el mineral, pero no en la misma proporción que en el proyecto inicial”, precisó León.

El especialista descartó las versiones  de que   se encontraron  altas concentraciones de uranio en la zona. Asimismo, sostuvo que la cantidad de oro hallada en las rocas no se justifica como para   invertir con miras a extraer solo ese metal.

Hasta el momento, Ecuacorrientes construye las vías de acceso al gran  yacimiento y se prepara para edificar un nuevo campamento que albergará a cerca de un millar de personas, la mayoría de las inmediaciones de El Pangui. 

Trabajo ambiental

Fabián Silva, coordinador ambiental de la empresa, aseguró que por el tipo de material que se extraerá no requieren el uso de productos químicos en sus operaciones.

Sin embargo manifestó que se construirá una relavera, una planta de tratamiento de agua y demás infraestructura que evite cualquier tipo de contaminación.

Asimismo, destacó que  en un vivero tienen listas las especies que serán sembradas nuevamente en el área cuando   terminen las labores de Ecuacorrientes. Es decir dentro de 20 ó 25 años.