El liquidador de Coopera fue agredido por socios
Cuando todo parecía que al tercer llamado realizado por el liquidador de la Cooperativa de Ahorro y Crédito, Coopera, Diego Aguilar, se conformaría la Junta de Acreedores, la reacción violenta de la mayoría de los socios provocó que el funcionario abandonara las instalaciones del coliseo Jorge Calvache, de Cuenca.
A diferencia de las primeras convocatorias, en las que el número de socios era mínimo, ayer cerca de 100 personas acudieron a la asamblea.
Esto con el fin de elegir a los delegados de los depositantes y finalmente formar la Junta con los proveedores, quienes hace varias semanas eligieron a sus representantes para continuar con el proceso de disolución.
Los socios se negaron a escuchar al liquidador y en medio de gritos comenzaron a lanzar objetos contra el funcionario. Incluso le arrojaron globos con pintura, por lo que Aguilar abandonó la reunión.
Las primeras citas no se concretaron debido a que los afectados reclamaban el informe de la entidad financiera.
“Ahora que nos están explicando y diciéndonos paso a paso lo que sucedió, las personas asumen una actitud pésima. Esto demuestra una falta de cultura”, dijo Lucía Cajamarca, una de las perjudicadas.
Gustavo Quito, representante de los socios y afectado, señaló que no escucharon al liquidador debido a que las cifras que les presentaban no eran reales.
“Ninguna cuadra porque son cifras de gasto y eso no sirve para nada”, dijo.
Además añadió que han hecho todo lo posible para que la Junta se conforme, pero al ver la postura negativa de los asistentes no encuentran otra opción que continuar con el proceso de disolución. Ello significaría la venta de los bienes de institución de ahorro y crédito.
“Buscaremos la forma de que el negocio comercial pueda ser transferido o vendido a un tercero si es que los acreedores no quieren hacerse cargo para comenzar a retornar el dinero”, acotó Quito.
El agujero patrimonial
La venta de los activos inmuebles de la entidad financiera, según el liquidador, estaría valorada en unos 6’000.000 de dólares. A esto se sumaría un rubro de cartera que se ha mantenido.
“Se trata de cartera de mala calidad que es la que no se transfirió a la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias (Conafips) valorada en 8’000.000 de dólares, de la que en el mejor de los casos esperamos recuperar $ 2’500.000”, explicó.
Aguilar calculó que con esos montos existirían unos 12’000.000 de dólares, que podrían ser devueltos a los afectados.
Señaló que luego de un proceso de casi cuatro meses, se obtuvo el resultado de los estados financieros de Coopera.
Estos fueron realizados por el área de Contabilidad de la institución, con la supervisión de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS).
En estos informes se evidenció que existe una pérdida de 48 millones de dólares.
“Eso significa que el agujero patrimonial que queda en la cooperativa es de aproximadamente 42 millones de dólares, los mismos que no van a poder ser devueltos”, dijo el funcionario.
Son alrededor de 669 socios acreedores a los que se les debe más de $ 51 millones, mientras que a los proveedores se les adeuda $ 5 millones. Con los $ 12 millones se devolvería cerca del 20%.