El arroz es el principal producto que ingresa de contrabando por los cantones fronterizos de la provincia de Loja. Es un problema que se intenta controlar por parte de las autoridades, pero hay más de 70 pasos ilegales en la zona de frontera.

Según las autoridades, los contrabandistas son muy hábiles para evadir los controles e ingresar con productos a  Ecuador. Generalmente utilizan pasos clandestinos para arribar a los cantones de Zapotillo o  Macará y luego llegar con la mercadería a la capital provincial. Sin embargo, lo que más  preocupa a las autoridades en Loja  es el ingreso de productos en mal estado. Arroz, limones, melones, aguacates y otras frutas ingresan con plagas que representan un riesgo fitosanitario para el país.

Solo en este mes se decomisaron 35 quintales de limón, 1 de aguacate y 81 unidades de melón, que luego de un análisis se descubrió que estaban con plagas que ponen en riesgo la salud de los habitantes. También se incautaron 1.000 unidades de coco y 50 quintales de cebolla. 

Para Randy Rivera, coordinador de Agrocalidad, la situación es totalmente alarmante porque cada  día encuentran más plagas en los productos que ingresan por la frontera. “Hemos encontrado plagas en el ámbito fitopatológico, lo que pone en riesgo nuestro patrimonio agrícola y pecuario”, indicó.

En lo que va del  año hubo dos duros golpes al contrabando de arroz. Uno  fue  en marzo, en el que se capturaron 34 quintales de arroz y los propietarios no justificaron su procedencia. Lo mismo ocurrió   el 24 de abril que se decomisaron 860 quintales. Pero no solo productos agrícolas ingresan ilegalmente, también animales de todo tipo. En lo que va del año se ha aprehendido desde cerdos hasta aves con varias enfermedades. En el último mes fueron retenidos 290 pollos copetones y guaricos criollos  de traspatio. También 20 patos criollos. “Encontramos aves “copetonas” que pueden traer enfermedades exóticas y se pone en riesgo el patrimonio avícola de Ecuador. Si ingresa una enfermedad aviar todas las aves se contagian”, puntualizó Rivera.

Cuando es detenido un vehículo con mercancía cuyo valor es inferior a  diez salarios básicos unificados, es decir  $ 3.180, el director distrital de la Aduana  toma conocimiento y lo   sanciona  con una multa de tres veces del valor  que se trató de evadir.   Si una mercancía es valorada en $ 2.500 se multiplica  por tres, que es $ 7.500 más 10% del flete y el seguro, sumaría una cantidad de $ 8.300. Además, se decomisa la mercancía.