Una extensión de 3,5 kilómetros tendrá la primera ciclovía que habilitará la actual administración municipal de Cuenca.

Esta conectará la ciclovía de la avenida Ordóñez Lasso (que se encuentra en construcción) con la de la avenida Loja (sector el Vado), a través de la calle 3 de Noviembre.
Esteban Orellana, director de Planificación, explicó que el Cabildo busca conformar circuitos funcionales que empiecen a conectar puntos importantes de la ciudad y de esta manera comenzar a dar forma a los tramos que se implementaron en años anteriores.

“Ese tramo nos permitirá generar un circuito de 3,5 kilómetros que darían paso a que todo el trabajo que se está haciendo en la avenida Ordóñez Lasso, pueda incorporarse al campus Balzay de la Universidad de Cuenca y desde este punto llegar por la avenida 3 de Noviembre hacia la zona de El Vado, conectando así con el Centro y con la ciclovía de la avenida Loja, que es un tramo que en la actualidad no articula”, dijo.

Los diseños de esta red, que está previsto estén listos en 60 días, incluyen un análisis de las intersecciones conflictivas.

Fernando Salazar, encargado de la Dirección Municipal de Tránsito, explicó que se debe buscar soluciones en varios puntos, entre ellos: el cruce de la av. Unidad Nacional, el de la av. De Las Américas y en el redondel que está cerca del colegio Sagrados Corazones. En este último sitio se analiza una posible semaforización.

El funcionario indicó que este tramo quedará definido como “un verdadero espacio cicleable”, con infraestructura técnica y la anchura necesaria para la circulación en bicicleta.

“En la avenida Loja y en la 10 de Agosto (habilitadas por la administración anterior) se ha dado un espacio para los ciclistas, pero no es el óptimo, no tiene ni lo mínimo requerido para una bicicleta”.

Agregó que las normas determinan que el ancho de una ciclovía bidireccional debe ser de 2,50 metros a 3 metros y 1 metro para un solo sentido.

En varias ocasiones el alcalde Marcelo Cabrera ha manifestado su disconformidad con la red de ciclovías habilitada por la administración anterior, considerando que se trata de “ciclocuadras”.

Cabrera, en una entrevista para Radio Pública, señaló que este año se construirán al menos 2 redes de ciclorrutas.

“Pero no ciclovías que lleguen a ser ciclocuadras, porque no conectan con ningún lugar, tienen que ser ciclovías que lleven de un lugar a otro, por ejemplo a las universidades”.

11,63 km exclusivos para la circulación en bicicleta

De acuerdo con el Plan de Movilidad y Espacios Públicos, actualmente en la capital azuaya existe una oferta de 38,04 km de ejes cicleables distribuidos en: sendas de uso compartido (25,11 km), ciclovías (8,70 km), ciclocarriles (2,93 km) y cicloveredas (1,31 km).

De ellos, dentro del área urbana se identifica un total de 11,63 km de vías exclusivas para la circulación en bicicleta, con características de ciclovías segregadas del tráfico motorizado y ciclo carriles; y 26,42 km de vías de carácter compartido con peatones.

El estudio que determina las características de la movilidad en Cuenca, señala que la ciudad dispone de tramos de infraestructura ciclista que no facilitan una circulación continua y segura.

“Las facilidades se limitan a tramos sueltos no conectados y, en algunos casos, los conectados en condiciones de inseguridad en la vía; sin posibilidad de dar una respuesta satisfactoria a las posibles demandas de movilidad ciclista que impiden o dificultan el uso de este modo de transporte...”.

Esto es corroborado por algunos usuarios, quienes indicaron que no existen rutas conectadas y es por ello que dijeron sentir temor al momento de cruzar en redondeles y puentes.

“En Cuenca aún no existe un respeto hacia los ciclistas y por lo tanto en las vías no hay un cuidado hacia nosotros”, dijo Alberto Enríquez, un ciclista urbano.

La movilidad urbana de Cuenca supone un total de 600 mil viajes con origen y destino en el interior de la ciudad, de estos traslados, el 69 % se hace en transporte motorizado, mientras que el 31 % en no motorizado.

El principal motivo generador de viajes corresponde a las actividades laborales, seguido por estudio y compras. Es por esto que las autoridades pretenden que el uso de la bicicleta no solo sea visto como una forma de recreación, sino también que permita la movilidad cotidiana de las personas.

Bicicleta pública sigue pendiente

El proyecto de la Bicicleta Pública, propuesto por la administración, cuenta con los estudios y consiste en prestar el servicio público, en una primera fase, con más de 200 bicicletas y 28 estaciones.

En 2013 se licitó por varias ocasiones, sin embargo, los procesos fueron declarados desiertos.

Las autoridades actuales han señalado que antes de la implementación del proyecto es necesario contar con una red completa de ciclovías.

“Yo me pregunto: ¿por dónde iba a transitar la bicicleta pública sino tenemos la infraestructura?”, dijo Fernando Salazar. (I)