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Ecuador, 19 de Enero de 2025
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El Telégrafo
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El adiestramiento canino, un trabajo en equipo de constancia y dedicación

Roco se acuesta, saluda, sabe llevar con su boca una pequeña canasta y además de brincar obstáculos, mientras Edwin Pérez habla, espera sentado a su lado.  
Roco, un labrador de 2 años, está en la última etapa de adiestramiento. Le quedan 2 semanas en las que aprenderá a rechazar alimentos que le den extraños.

Este can es una de las 8 mascotas que Pérez, un militar retirado, en la actualidad se encuentra adiestrando. Pérez lleva 12 años dedicándose a este oficio que aprendió cuando estaba en el ejército y que luego perfeccionó realizando cursos en otros países. 

El adiestrador explicó que a través del entrenamiento las mascotas aprenden a obedecer a sus dueños y corrigen problemas de conducta.

Canes mimados, tímidos e hiperactivos son algunos de los problemas de comportamiento más comunes, dijo Pérez.

“Cuando un perro es demasiado mimado no les va hacer caso a sus dueños, por eso vienen los grados de mala conducta”, explicó.

Mientras que en el caso de los perros con hiperactividad, manifestó que con los ejercicios de adiestramiento esto se va reduciendo y los dueños ya no encontrarán cosas destruidas. 

Pérez, manifestó que en el entrenamiento, que dura 10 semanas (con 3 sesiones a la semana), es importante la participación de los dueños, a quienes recuerda la importancia de dedicar tiempo a su mascota una vez finalizado el curso. “Si el sueño no le va dar tiempo a su perro, mejor que no invierta en entrenamiento”, dijo. 

En las primeras semanas, indicó se trabaja con el can en disciplina, luego en agilidades y en los últimos días a rechazar alimentos de desconocidos. El trabajo con el dueño inicia en la tercera semana, para que aprenda a dar las órdenes a su mascota. 

—Sit —le dice Pérez a Roco—, quien inmediatamente se sienta. El entrenador explica entonces que se utilizan términos en inglés y alemán porque son comandos cortos que el animal puede entender con facilidad.

“Cuando los perros hacen algo, a las personas se les salen malas palabras, pero los perros no las entienden; en cambio, si yo solo le digo ‘no’, ellos me van a entender. Siempre tienen que ser términos cortos”, explicó.

Nayla Bernal participó con su mascota en el tercer curso de adiestramiento de canes que la Policía, a través del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) del Azuay, realizó en agosto pasado.

Bernal indicó que su perra, llamada Mía, una Yorkshire terrier, de 3 años, ahora es más disciplinada. “Por ejemplo, antes, al salir a caminar, se alborotaba y se adelantaba, ahora camina a mi lado”, dijo.

Acotó que Mía, además de aprender a sentarse, acostarse y saludar, también es mucho más obediente. “Cuando coge algo que no tiene que coger, y le digo que lo deje, ella lo deja”, relató.

Para Bernal, este tipo de cursos  aportan a la educación de las mascotas, cuyos resultados, añadió, dependen de la disciplina de los dueños y su constancia en la práctica de los ejercicios que aprendieron durante los 5 fines de semana que dura el taller. 

Más de 100 dueños junto con sus mascotas han participado en los 3 cursos de adiestramiento que el GOE realiza desde el 2012.

La fecha de inicio del cuarto taller está prevista para el 10 de enero de 2015.
José Vallejo, jefe del GOE, explicó que las clases se enfocan en la seguridad, para evitar que se den ataques entre canes o a personas.

“Con el curso, el perro no saldrá como un malabarista o acróbata, lo que buscamos es que el animal aprenda obediencia básica hacia su amo y así corregir problemas en su conducta; problemas que pueden generar accidentes o ataques hacia las personas”, expresó.

Con el adiestramiento, acotó, los canes se vuelven más dóciles y están bajo el control de sus propietarios.

Problemas de comportamiento como las mordidas a los muebles, que salgan corriendo apenas se abra alguna puerta, o que no acudan al llamado, se corrigen, dijo. 

En los cursos, apuntó Vallejo, en un principio los animales aprenden acciones básicas como hacer sus necesidades biológicas en lugares adecuados, no morder, no destruir, no atacar a las personas ni causar daños. Luego, las clases también se enfocan en temas como: obediencia, protección, competencia, especialización en comportamiento, rechazo de alimento y oposición a malos hábitos.

Tanto Pérez como Vallejo recomendaron el ejercicio para las mascotas, una buena alimentación y no humanizarlas. “Los dueños tienen que tratarlas con cariño y respeto pero como los animalitos que son”, dijo el jefe del GOE. 

Añadieron que el avance de cada mascota dependerá de la constancia y dedicación de cada dueño en practicar los ejercicios, que aprendieron en los cursos.

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