Dudas de habitantes de las inmediaciones
José Figueroa tiene su vivienda frente a la vía y será uno de los afectados. Desde hace 25 años posee una ferretería. De acuerdo al ciudadano, se le va a retirar seis metros de los 12 que tiene su casa. “Y eso es todo el espacio en donde está mi negocio, porque en la parte de atrás está la morada”, dijo.
Explicó que es difícil saber si la mitad de su edificación, construida con su esfuerzo y el de su familia, será destruida.
“Soy una persona de avanzada edad y no vamos a permitir esto, si no se nos paga los precios justos o se nos reubica en otro lugar donde podamos colocar el negocio que nos permite vivir dignamente”, dijo.
Amelia Saldaña, otra de las habitantes del lugar, está de acuerdo con el arreglo de la vía, sin embargo no están conforme con su ensanchamiento. “Lo único que decimos es que no es necesario ampliar tanto la calle porque para eso ya está la autopista”, acotó Saldaña, y considera que una vía de 22 metros de ancho dificultará el cruce de los peatones y será peligrosa para los niños y niñas.
En este sector también se levantan varios negocios de comidas típicas. Sus dueños señalan que están de acuerdo con su reconstrucción, pero que se tome en cuenta a cada una de las familias.